María Alonso I Málaga, (EFE).- El escritor y poeta Alejandro Simón fue testigo de excepción del rodaje de ‘Segundo premio’, la película de Isaki Lacuesta inspirada en el grupo indie Los Planetas, y ahora ha plasmado sus vivencias e impresiones en el libro ‘Planta baja’, un diario personal y que pretende ser «honesto» sobre la realidad que vivió durante la grabación del filme.
«Cuando se cuenta lo que sucede, es tu visión, que no tiene por qué coincidir con la de los demás. Ese equilibrio para que nadie se sienta ofendido me ha preocupado posteriormente», afirma en una entrevista con EFE.
Simón (Estepona, 1983) detalla que ‘La Planta Baja’ -nombre de una icónica sala de conciertos en Granada vinculada a Los Planetas- es una ficción personal, un diario íntimo que trasciende más allá de la película y del grupo en el que él recorre esos días con todas las «vulnerabilidades que habitaban ese tiempo».
Es un libro que se puede leer como una novela y, según el autor, puede gustar a todo el mundo con independencia de que haya visto la película o conozca la música de Los Planetas.
Un ejercicio casi temerario
El libro comienza con la llamada de su amigo y cineasta Jonás Trueba, quien le habló de la película que había pensado realizar y le invitó a hacer este diario de rodaje.
Casi dos años después, y tras el abandono de Trueba del proyecto, Isaki Lacuesta empezó a grabar el largometraje y el escritor se mudó a Granada para escribir el libro.

El hecho de que Jonás Trueba dejara atrás la película hizo que Alejandro Simón se planteara si realmente merecía la pena seguir adelante, pero finalmente decidió escribirlo y afrontar el diario como un ejercicio «casi temerario» al tener una impronta muy personal y no ser, según indica él mismo, lo que tal vez esperan los iradores de Los Planetas y de ‘Segundo premio’.
«Me parecía que la única forma que yo podía afrontar este trabajo era más allá de la película, desde mi escucha interior y desde atender a lo que a mí me iba sucediendo durante esos días en Granada», comenta.
Preguntado sobre si se alegra de haber escrito el libro, reflexiona unos instantes: «No lo sé. Me alegra haberlo hecho porque hace un ejercicio sanador para mí. Me lo he pasado muy bien escribiendo este libro».
Encontrar su lugar
Para el también autor de ‘La parcela’ y poemarios como ‘La fuerza viva’, la mayor dificultad que tuvo a la hora de escribir este libro fue encontrar su lugar y sentirse implicado en un proyecto en el que realmente era una persona externa.
«Por supuesto que me he sentido acogido, pero no he dejado de ser una persona que no tenía nada que ver con la película aún estando en la película. Entonces el equilibrio entre estar y no estar, entre estar y no invadir, y el equilibrio entre proponerme como una parte del equipo sin imponer lo que yo podía intuir ha sido lo más delicado», reconoce Simón.
No obstante, recuerda con alegría esos días de rodaje en Granada, en los que, según detalla, disfrutó con amigos en una ciudad que para él tiene «mucho embrujo» y sobre la que destaca su nivel musical y literario.
«Honestamente, lo más feliz ha sido la rutina en Granada, el vivir el día a día en Granada como un trabajador de la ciudad en primavera, que es el tiempo más bonito de Granada», asegura.
La celebración del ‘teaser’
Uno de los momentos que Alejandro Simón recuerda con más cariño del rodaje -y que vincula directamente el libro con la película, ya que él lo recoge en el diario- es cuando el equipo completo se reunió por primera vez en el bar Lemon Rock de Granada.
Allí proyectaron el primer ‘teaser’ del filme que el productor acababa de realizar y todo el equipo pudo ver las primeras imágenes de la película.
«Celebraron esas imágenes como diciendo: ‘Por fin todo el mundo tiene la certeza de que va a haber película, esto no se va a tirar por la borda'», explica antes de añadir que en ese momento sintieron también que la película iba a ser importante.
Según ite Simón, él tuvo la certeza incluso antes de ese momento de que ‘Segundo premio’ ganaría la Biznaga de Oro al mejor largometraje español en el 27 Festival de Málaga, algo que finalmente así ocurrió el pasado mes de marzo. EFE