El Puerto de Santa María (Cádiz), (EFE).- Tras años de «inexplicable» abandono que han ido apagando la Fundación Rafael Alberti, con sede en la casa El Puerto de Santa María (Cádiz) donde el poeta pasó su infancia, la entidad encara una nueva etapa con un nuevo director, Uberto Stabile, que se ha propuesto dar «luz» al legado del poeta y alejar su obra «de ruidos y polémicas».
El poeta y gestor cultural Uberto Stabile (Valencia, 1959) acaba de llegar a la Fundación Rafael Alberti, que, además de a él, tiene ahora una secretaria y pronto sumará un istrativo. Todo un cambio para una Fundación en una situación tan precaria que desde hace años sólo tenía un único trabajador, que estuvo más de tres años sin cobrar su sueldo.
La situación de la institución, creada en 1994, en vida del poeta, para albergar su legado, comenzó a cambiar en octubre de 2022 cuando el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, única entidad que gestiona la Fundación, se comprometió a liquidar la deuda que tenía la misma en un acuerdo en el que la Junta de Andalucía se comprometió a incorporarse después como patrono, y la viuda del poeta, María Asunción Mateo, regresaba, tras 12 años de ausencia, a trabajar en el centro como su presidenta.
Reto con «ilusión» y «ganas»
Aunque la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Cádiz aún no han formalizado su integración en el patronato de la Fundación, sí han comenzado a aportar los fondos necesarios para que ésta abandone la precariedad que hasta le obligó, por falta de liquidez para abonar las cuotas, a dejar la asociación de casa museos de escritores, a la que ahora quiere volver.

«Me encuentro un reto, tengo mucha ilusión y muchas ganas, pero también mucho trabajo por delante», dice, en una entrevista con EFE su nuevo director, que se ha puesto como objetivo darle a esta institución «la luz que le corresponde» a un poeta de la talla de Rafael Alberti.
Cree que su trayectoria de más de tres décadas como gestor cultural (coordinó las actividades culturales de la Fundación Juan Ramón Jiménez, dirigió la Feria del Libro de Huelva, fundó la Asociación de Gestores Culturales de Andalucía y ha sido técnico de Cultura del Ayuntamiento de Punta Umbría (Huelva) desde 1996, es lo que ha pesado más en su elección para el cargo.
Nada más llegar se ha topado con la extraña situación de que a la Fundación y su presidenta, la viuda de Alberti María Asunción Mateo, no estén entre los invitados al programa que el Ayuntamiento de Cádiz organizó la semana pasada para conmemorar el centenario de la primera edición de «Marinero en tierra», que ha protagonizado Luis García Montero.
Dejar las polémicas
Un hecho que pone de manifiesto la enemistad que separa a los poetas como Luis García Montero que rodearon a Alberti cuando en 1977 regresó a Madrid tras su exilio, y María Asunción Mateo, a la que conoció después y con la que se casó en 1990 cuando él tenía 79 años y ella 35.

«Todo ese ruido, que lo hay, lo que hace es entorpecer el fin al que todos dicen querer servir, la difusión de la obra de Alberti. Lo que está por delante de todos es dar luz a su obra, porque está apagada, la consecuencia de la polémica es que se ha ensombrecido su proyección», indica.
«Aniversarios como éste son un momento para recuperar el interés y dejarnos de polémicas. Yo no voy a entrar en ninguna polémica», asegura.
Este mismo mes, y a cuenta de esta conmemoración, la Fundación presentará actividades como una edición facsimil de «Marinero en tierra» y una conferencia del poeta Jaime Siles, especialista en Alberti, con las que quiere reactivar la programación que «durante muchos años ha estado parada o ha sido muy escasa».
Actualización de estatutos
Sus primeros retos serán «una actualización de los estatutos» para que a su patronato vuelvan istraciones e instituciones» y mejorar el edificio, cuya fachada está «muy dejada» y su interior tienen deficiencias causadas por la humedad.
Serán unas obras «paliativas y de redistribución de espacios» que previsiblemente se ejecutarán en 2026, «con el objetivo de que en el 27, la casa sea uno de los pilares de la conmemoración del centenario de la generación del 27, tal y como lo fue Alberti y su obra».
Se propone también realizar cambios este otoño de las exposiciones permanente y temporal y mejorar, a través de la digitalización, la accesibilidad a los muchos documentos que alberga, como su correspondencia, para impulsar la investigación y el estudio sobre el poeta.
Una revitalización que emprende mirando al futuro de la entidad y no a su más reciente pasado: «para mi también es inexplicable la situación que la entidad ha pasado en los últimos diez años dada la talla de Alberti. Hubo otros intereses que no eran precisamente la difusión de su legado. A mi lo que me interesa es lo que queda por delante para ella», afirma. EFE