Imagen del río Guadalquivier a su paso por Sevilla. EFE/José Manuel Vidal/ARCHIVO

Un estudio no detecta efectos significativos tras los dragados en el estuario del Guadalquivir para mantener la navegación

Sevilla, 24 oct (EFE).- El monitoreo en el estuario del Guadalquivir no ha detectado efectos significativos tras los dragados en para mantener la navegación. El trabajo ha estudiado los impactos de los dragados de mantenimiento realizados en 2015, 2017 y 2019. Se hicieron para garantizar el calado suficiente que permita la navegación segura. La conclusión es que el impacto ambiental fue «pequeño y de corta duración».

El laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Universidad de Cádiz y la Universidad Pablo de Olavide, ha llevado a cabo dicho monitoreo. Ha sido publicado la revista «Ocean and Coastal Managemet’. Ha constado que «no se detectaron efectos significativos en las características del agua, el sedimento o las comunidades biológicas del estuario». En todo caso, «los efectos fueron pequeños y de corta duración».

Según ha informado en un comunicado la Universidad de Sevilla, los dragados de mantenimiento en los canales de navegación de grandes ríos son una práctica habitual. De hecho, en el estuario del Guadalquivir se realizan periódicamente. Pueden generar, del cualquier modo, un impacto sobre las características fisicoquímicas del sistema. También de las comunidades biológicas, tanto en la columna de agua como en las que habitan en el lecho del río.

Efectos muy variables

De acuerdo con esta investigación, los efectos de los dragados de mantenimiento son muy variables. Dependen de múltiples factores, como las condiciones naturales del entorno, el tipo de obra realizada y las características biológicas del sistema.

El Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla ha llevado a cabo un monitoreo continuo del estuario del Guadalquivir desde 2013. Ha sido financiado por la Autoridad Portuaria de Sevilla. En él, los investigadores utilizaron técnicas novedosas. Entre ellas, el análisis de isótopos estables, para evaluar los efectos en la red trófica del estuario.

A pesar de las preocupaciones sobre los posibles daños ecológicos derivados de los dragados, los estudios concluyen que no se detectaron efectos significativos. Es lo que ha asegurado la Universidad hispalense.

La investigación detectó un ligero aumento de los nutrientes en la zona de dragado. Esto se reflejó en la señal isotópica del gobio Pomatoschistus sp., que podría emplearse como bioindicador en futuros estudios de impacto ambiental.

En estudios anteriores se evaluaron los efectos a largo plazo. En ellos no se encontraron alteraciones significativas en la red trófica del ecosistema.