Lorenzo Parra Domínguez se incorpora con 'Una flor para Cristina' al sello editorial cordobés Sótano Ediciones. EFE/Salas

La Catedral de Sevilla y Peñaflor, historia de esclavitud en la novela de Lorenzo Parra

Álvaro Vega | Córdoba, (EFE).- La Catedral de Sevilla y Peñaflor se unen en la trama de ‘Una flor para Cristina’ (Sótano Ediciones, 2024), la tercera novela de Lorenzo Parra Domínguez. Es una ficción histórica que parte del bautizo de una esclava adulta que tuvo lugar realmente en 1624 en la localidad sevillana.

Para el autor se trata de una «una historia de esclavitud, y de cómo se vence la esclavitud en esa época». La novela surge de su experiencia personal en la clasificación y digitalización del Archivo Parroquial. En él encontró la partida de bautismo de una esclava adulta, procedente de Guinea.

El hecho real es que quien aparece como el padrino en la partida de bautismo «es en realidad el dueño de la esclava, con la que llega a tener descendencia. Pero en esa época la descendencia de una esclava seguían siendo esclavos, no eran hijos del dueño». Así lo ha señalado en una entrevista con EFE Lorenzo Parra (Peñaflor, Sevilla-, 1985).

La nueva edición del sello cordobés Sótano Ediciones parte de la llegada a la Peñaflor de la actualidad de Cristina. Su padre tiene un proyecto para rehabilitar una antigua fábrica de harinas, situada cerca de la estación de ferrocarril. Este hecho está hoy en boga porque se encuentra en un proceso de expropiación como patrimonio industrial.

«Cuando llega y se asienta en una casa del pueblo, Cristina descubre que esa casa tiene mucho simbolismo para ella, demasiado para venir de donde viene, y descubre que tiene aquí bastantes raíces más de las que creía». De este modo lo ha precisado el novelista.

Diego, el hijo de la esclava

En la vida de Cristina aparece Diego. Es uno de los personajes principales. Se trata del hijo de una esclava negra venida de Guinea. Es el encargado de introducir ese siglo XVII en la historia a través de una serie de vivencias que le hace tener a la propia protagonista.

Diego se mete tanto en su mundo que le cuenta cómo piensan, cómo se desarrollan, cómo es religiosidad y creencias y cómo se desarrolla esa época de tantos cambios que ocurren aquí en esta zona.

Lorenzo Parra
Lorenzo Parra Domínguez posa con un ejemplar de su nueva novela, ‘Una flor para Cristina’, en uno de los lugares de Peñaflor (Sevilla) donde sitúa la trama. EFE/Salas

También, ha perfilado el autor, le presenta la historia de su madre. Asimismo, cómo ella llega al pueblo. Lo hace vendida en la Catedral de Sevilla. Una ubicación «que en aquella época era Babilonia, le llamaban el tablero de ajedrez de Europa, porque había tanto esclavo negro como persona influyente blanca».

La capital hispalense «era un crisol de culturas, donde se daban millones de negocios, entre ellos, sobre todo eso, la venta de esclavos de Portugal y España».

La esclavitud, prestigio para la alta nobleza y del clero

De ahí que la Catedral de Sevilla, su puerto y Peñaflor se unan en una trama. Esta trata de una realidad que se vivía en esa época. Es la realidad de la esclavitud . A pesar de empezar ya con el fundamento de la erradicación de la esclavitud, todavía se daba sobre todo en España y Portugal y no solo hacía América.

Aquí hacia Europa y en estos territorios no se veía «como algo negativo, sino como símbolo de prestigio de la alta nobleza y del clero», ha indicado.

Es la tercera novela de Lorenzo Parra. Tiene publicadas ‘Proyecto Redención’, una ficción editada en 2011, y ‘Destinos gemelos’, una narración histórica de 2019. Ambas en Editorial Séneca. En su nueva obra introduce escenas que se producen cerca de la Catedral y en la zona de del puerto de Sevilla en esa época, el siglo XVII. Cómo entraba toda la mercancía y todas las personas que en ese momento se daban allí.

De este modo, «es el camino hasta Peñaflor y como era exactamente la sociedad de aquí».

Parra ha construido una ficción histórica basándose y apoyándose enormemente en datos históricos, incluso en personajes y personas que sí existieron.

El milagro de Juan Montero

En ‘Una flor para Cristina’ se narra un hecho que da como cierto sucedido en Peñaflor. Se trata del llamado ‘Milagro de Juan Montero’, que da título a uno de los capítulos de la obra, algo que «influye mucho en la trama porque es donde se da descubrir el sentido de la flor de Cristina», el origen del título de la novela.

Para Lorenzo Parra, maestro de Educación Primaria con especialidad en Educación Física, entrenador de fútbol base, y máster en Organización y Gestión de Entidades Deportivas, el suceso es «donde se da de verdad fundamento al título de la novela. Cada vez que la flor aparece en la novela tiene un sentido muy concreto y es la aparición de esas vivencias del siglo XVII dentro de una trama actual».

El autor ha reconocido que la obra tiene que ver mucho con él, como le pasará a muchos escritores: «Y es que todas las novelas tienen esa parte de nuestra alma. Y a mí me empezó a fluir esa historia a raíz del descubrimiento del bautismo de una esclava ya adulta».

Un hecho que le invitó «a investigar mucho más y a tirar de hilo de dónde viene la esclava, en qué momento la compró, cómo se desarrolla esa esclava dentro del pueblo a través del cual descubre enormes sorpresas, que tiene que ver mucho con lo que en realidad somos hoy en día».