Laura Ramírez I Huelva, (EFE).- Concienciar sobre la protección de Doñana a través de la ciencia y el arte es el objetivo de ‘AVE Doñana’, un proyecto que nace impulsado por Milagros Maldonado, presidenta de la fundación META Miami, y que encuentra sus orígenes en la colaboración entre científicos de la Reserva Biológica de Doñana y la de Hato El Frío en Venezuela allá por los 70.
Maldonado, venezolana académica de Bellas Artes de Roma y descendiente de conquistadores, explica en una entrevista con EFE, coincidiendo con su presencia en España para lanzar el proyecto, que en ‘AVE Doñana’, la palabra ‘AVE’ tiene esa connotación que puede ser «te saludamos y deseamos lo mejor para ti, en romano antiguo, y al mismo tiempo las aves que surgieron de Doñana que se fueron al Caribe y que fue las que vio Colón cuando estuvo cerca de tierra».
Colaboración de la Fundación META y Doñana
Para entender el origen de esta iniciativa hay que remontarse a finales de los años 70 cuando el divulgador ambientalista español, Félix Rodríguez de la Fuente, y de Javier Castroviejo, por entonces director de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), visitaron la reserva de Hato el Frío, una finca situada en la región de Los Llanos de Venezuela propiedad del abuelo de Maldonado
«Siempre hubo como una intención ecológica en la familia, antes ni siquiera de que estuviera de moda, por eso, en Hato el Frío se consiguió albergar una importante biodiversidad, toda una serie de animales que le sirvieron a los científicos de Doñana para conocer el Neotrópico», señala.

Comenzó entonces un intercambio de conocimiento entre científicos de uno y otro lado del Atlántico que se prolongó por años hasta que en 2009, la reserva venezolana «se confiscó por el Estado Venezolano, y poco tiempo después quemaron la biblioteca y se perdieron todo los estudios y tesis doctorales que esos biólogos habían realizado».
Justo antes de la pandemia, la Fundación Maldonado Education Through Art (META Miami), trabajaba en una página web sobre el legado de la familia, así que «decidieron regresar a Doñana y encontrar a esos biólogos para tratar de recuperar los documentos quemados percatándonos de que había una grandísima receptividad y agradecimiento por su parte por haber podido experimentar esa realidad venezolana en búsqueda de ese conocimiento», apunta.
Es también en esa visita, cuando empiezan a surgir una serie de reportajes periodísticos poniendo en evidencia la situación de Doñana, con marismas secas por la falta de lluvia y un acuífero sobreexplotado por las extracciones.
La primera exposición en Sevilla
Entonces, «se le enciende el bombillo de AVE Doñana y su intuición le dijo que se podía trabajar en la posibilidad de tratar de salvaguardar el Parque Nacional de Doñana, en la medida de lo posible, creando conciencia a partir de una relación entre el arte y la naturaleza».
La materialización del proyecto ha sido posible gracias a un primer convenio, por tres años, suscrito con la Fundación Biodiversidad, por el que ésta le cede su espacio expositivo en el Patio de Banderas de Sevilla para realizar una exposición anual que conjuga arte y naturaleza sobre Doñana; y a un segundo, por cinco años, con la EBD para dotar de contenido a esas exposiciones.
Su lanzamiento ha tenido lugar hace apenas unos días, con la apertura de esa primera exposición, que podrá verse hasta febrero, y que bajo el título ‘AVE Doñana’ propicia un diálogo entre las obras -óleos grandes y fotografías- de Jorge Camacho, un artista surrealista cubano que vivió en Doñana y conoció Hato el frío; y Christian Vinck, un joven artista venezolano, residente en Madrid, que pertenece informalmente a la tradición de los cronistas viajeros, que ha creado un cuerpo de obra a partir de su inmersión en Doñana.
Ciclo de cine y conversaciones
Se trata, por tanto, de traer a dos artistas, uno de local, que puede ser tanto de Andalucía como de otro punto de España cuyo trabajo tenga que ver con la naturaleza y conozca Doñana; y otro de afuera que realiza una residencia artística en el espacio natural –apoyado por biólogos de la EBD- para conocerlo, creando un diálogo entre lo de adentro y lo de afuera con Doñana como eje central, ya que «se persigue crear una conciencia de lo importante que es Doñana no vaya a ser que pierdan ese pedazo tan excepcional de tierra», explica.
Además de exposiciones, el proyecto incluye un ciclo de cine y un ciclo de conversaciones entre científicos y gente del mundo de la cultura y programas con niños para hacer una inmersión en Doñana por un día y, para que, a partir de ahí, pueden pintar lo que intuyeron, y buscando crear con ellos «futuros protectores» de esta reserva natural.