Córdoba, (EFE).- La Guardia Civil ha imputado a una persona en Córdoba un delito de usurpación de aguas por la extracción de dos pozos clandestinos para una explotación agrícola. Los contadores de otros dos, que tenía autorizados, estaban manipulados.
El instituto armado ha informado de que la operación se ha llevado a cabo en una finca del término municipal de Córdoba por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Córdoba. También ha intervenido personal de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Durante la inspección de la explotación agrícola se localizaron cinco pozos. De ellos, dos eran legales, aunque habían sido puenteados mediante la instalación de ‘by’ para evitar la lectura de sus contadores.
Un pozo enterrado para evitar su localización
Otros dos pozos eran clandestinos y se encontraban en funcionamiento, uno de ellos totalmente enterrado, lo que dificultaba su detección.
El quinto pozo, que era también de una construcción ilegal, se encontraba en desuso. Además, carecía de medios de captación.
La finca contaba con una concesión para captación de aguas. En ella figuran autorizados únicamente dos pozos. Pese a ello, se habían realizado obras para el sistema de regadío de modo que disponía de cinco pozos. Había en funcionamiento cuatro de ellos, con lo que se lograba disponer de agua para riego sin ser contabilizada.
Además de la vía penal abierta por la Guardia Civil por el delito de usurpación de aguas se han cursado denuncias ante diferentes organismos, dependiendo de cada ámbito competencial, en relación a diferentes infracciones istrativas observadas.