Rafael Peña | Ceuta (EFE).- El novelista gaditano de nacimiento y aragonés de adopción Juan Bolea ha dejado claro que sus lectores le han demostrado que un autor «serio» debe escribir «para sólo para los lectores». Nunca debe hacerlo «para los críticos o los académicos», ha dicho. Es considerado uno de los escritores españoles que ha renovado la novela de intriga.
En una entrevista con EFE en Ceuta, Juan Antonio Bolea Fernández-Pujol (Cádiz, 1959) ha sostenido que la «grandeza» de escribir es hacerlo «para que el lector no necesite abrir el diccionario para disfrutar, entender y para emocionarse con tus historias».
El autor ha protagonizado en la ciudad ceutí la actividad «Encuentros con el autor» con su novela «La baraja de plata» y una breve historia de la novela negra así como una reunión con el «Club de Lectura». Solo piensa «en ese lector al que no conoce y al que tiene que seducir y regalarle un buen relato para que pueda estar orgulloso de haberlo leído».
El gaditano ha reflexionado que en ese grado de «exigencia y honestidad» es donde el novelista «puede encontrar una comunidad con el lector», ha señalado. Fue «como ya hicieron los grandes como Galdós o Cervantes que buscaron a un lector de su época que necesitaba que le contasen buenas historias».
La novela «tiene una salud muy buena» en España. Eso «porque desde Cervantes es el vehículo más popular que ha encontrado el castellano para reunirse con un mayor número posible de lectores».
Estreno de película
La película «Parecido a un asesinato», basada en una de sus noveles y que acaba de rodar Antonio Hernández con Eduardo Noriega y Blanca Suárez, se estrenará la próxima primavera. Ha pronosticado que será un «gran éxito porque es una producción muy ambiciosa». Se trata de un thriller donde han respetado «profundamente su novela y los personajes».
En su opinión, llevar al cine esta novela supone «una aportación al cine negro y español». Por ello está muy satisfecho. Paralelamente ha montado una compañía de teatro con textos propios. «Es una experiencia maravillosa con actores jóvenes que se quieren comer el mundo», ha referido.
Ex concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Zaragoza, Juan Bolea ha entendido que se encuentra «en un gran momento» profesional. Lo dice porque «tanto en el cine, como en el teatro y la novela vive una época muy pletórica». Se trata de «un momento muy dulce de su carrera y agradable deseando romper barreras y encontrar nuevos desafíos».
No profundiza en que su obra haya sido editada en más de una veintena de países y estar en posesión de numerosos premios y reconocimientos. Nunca pensó que iba a tener un éxito oficial o institucional. Pero sí le ha preocupado cada novela y cada encuentro con los escritores en la presentación de un libro.
Más de una veintena de obras a sus espaldas desde que apareció «El palacio de los jardines oblicuos» (1981) no es sencillo. «Sigo publicando con asiduidad y siempre una nueva es otro reto. Yo soy conocido gracias a este género que me ha abierto comunidades muy grandes de lectores a los que difícilmente habría llegado con otro tipo de género», ha confesado.
Cádiz, en su última novela
En relación a su última novela, «La baraja de plata», ha itido que es muy gaditana. Ocurre en la casa donde nació en la plaza de la Candelaria. Debajo de ella, en el siglo XIX, estaba el convento de la Candelaria, que fue derruido por el primer alcalde anarquista de Cádiz.
«Cuando conocí aquella historia empecé a reconstruir el subsuelo de Cádiz y esta novela plantea un enigma criminal que tiene que ver con esos túneles, pozos de agua dulce o criptas que mantendrán al escritor en vilo hasta su solución final así como explica la historia de la ciudad relacionada con sus galerías subterráneas», ha manifestado a EFE el creador del festival «Aragón Negro», entre otras iniciativas.
La novela cuenta con la presencia de su detective Florián Falomir que se encuentra «con ese caso y colabora con la policía gaditana, a la que solucione la papeleta para acreditar que tiene un sexto sentido».