Eva Ruiz | Sevilla (EFE).- El aumento de la longevidad y el deseo de vivir esos años con calidad ha despertado la necesidad de conjugar el mundo de la tecnología con los mayores, que no quieren ser estigmatizados como «analfabetos» en esta materia. «Los senior queremos ser cultos digitales», aseguran.
Esta es la opinión de Carlos Pérez Llorens, empresario, especialista en transformación digital y presidente de SeniorTic, en conversación con EFE antes de las jornadas que esta asociación sin ánimo de lucro organiza el próximo martes en Sevilla sobre las ventajas de la tecnología para las personas mayores, con el objetivo de evitar la brecha digital en esta etapa.
«Entendemos la tecnología como un viento a favor, como una bondad de nuestro tiempo», explica Pérez, para quien este ámbito les aporta numerosas ventajas. «Nos conviene la domótica para los domicilios o la teleasistencia en la medicina», pone como ejemplo, a la vez que reivindica «intervenir, como todas las generaciones, en la construcción de la era digital».
Cree que los conocimientos no deben quedarse exclusivamente en saber cómo funciona una cosa determinada y apuesta por tener una comprensión de la tecnología y de su repercusión en la sociedad y en el individuo para «articularse con ella para ser unos hombres libres y tener una vida excelente».
«La tecnología es el bastón de nuestros días», asegura el presidente de SeniorTic, que pide «comprensión» para los mayores porque, «incluso siendo competente digitalmente, a una determinada edad la destreza no es la misma», lo que le lleva a pedir también productos «accesibles, usables e idóneos» para sus condiciones físicas.

Tecnología, mente y corazón
El cardiólogo jiennense José Ángel Cabrera, catedrático de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud, aborda la visión humanística teniendo en cuenta al corazón y a la mente: «hay que unir tecnología con humanidad, porque, detrás de todo, hay un ser humano».
Desde el enfoque de la inteligencia artificial aplicada al campo de la salud, el doctor Cabrera asegura a EFE que la evolución tecnológica ha permitido «abordar de una forma mucho más personalizada, más predictiva y más preventiva» numerosas enfermedades.
«Buscamos que la gente viva más años, pero con salud y bienestar», afirma el especialista, que valora tanto los avances que facilitan nuevas herramientas a los doctores como los que se las dan a los pacientes, desde identificar síntomas hasta participar en consultas de forma digital.
Indica que, cada vez más, los pacientes son capaces de adaptarse. «No es lo mismo la persona de 75 años ahora que hace quince. Antes había que darles un teléfono con números grandes y ahora te mandan las presiones arteriales vía Whatsapp sin ningún problema».
Cabrera celebra, además, que «cualquier efecto saludable que tiene la mente es un efecto saludable en el corazón».
«Una mente no activa marca un deterioro cardiovascular indudable, por lo que la tecnología, igual que la comunicación, es una herramienta muy útil». Asegura que a través de ella se puede desde realizar ejercicio hasta disfrutar de entretenimiento.
La revolución de las canas
El proceso demográfico actual es para el economista Iñaki Ortega, investigador y divulgador de la Ageingnomics (Economía de los mayores), una «auténtica revolución». «En apenas unos años le hemos ganado a la vida 25 años. Estamos consiguiendo ser jóvenes más tiempo», afirma.
Coautor del libro ‘La revolución de las canas’, Ortega cree que esa longevidad está llevando a procesos de cambio también en la tecnología. Por eso considera que «ya no se puede seguir pensando en los mayores de 55 años como personas obsoletas».
Según los estudios que ha dirigido, desde 2020 un millón de senior se incorporan cada año a la tecnología en España. Así han pasado de nueve millones en esa fecha a más de doce en 2024. Son unas cifras que continúan con una tendencia alcista.
«Están en internet no solo para manejar un móvil sino para utilizar el correo electrónico, ver vídeos o usar las redes sociales y hacer compras online o divertirse», afirma Ortega. Opina que con todo ello se puede afirmar que se está reduciendo de manera efectiva la brecha digital por motivos de edad. EFE