Roberto Ruiz Oliva | Sevilla (EFE).- ‘Berlín’, la derivada de la exitosa serie ‘La casa de papel’, rueda estos días en Sevilla su segunda temporada, en la que promete «rocanrol y peligro» más allá de la comedia romántica y que convierte a España en otro personaje más de una historia que aspira nuevamente a tener una repercusión global.
El céntrico Patio de Banderas, plaza pública del pintoresco barrio de Santa Cruz y ubicado dentro de las murallas del Real Alcázar sevillano, ha acogido este miércoles el rodaje de esta serie que continúa entre las diez de habla no inglesa más vistas de la plataforma Netflix.
En un encuentro con los medios de comunicación durante una pausa del rodaje, los actores Pedro Alonso (Berlín), Tristán Ulloa (Damián) e Inma Cuesta (Candela) han explicado cómo están viviendo estos días de grabación y qué supone para ellos formar parte de esta historia, que en esta temporada de ocho capítulos se traslada a España para dar un nuevo ‘golpe’ en la capital andaluza.
«No cualquiera podría haber dicho que íbamos a sobrevivir a la primera temporada, con un cambio de género tan razonado, pero tan peligroso, al meternos en una comida romántica. Ahora vuelve a virar un poco, sin negar esa parte, hay más rocanrol, más peligro, se pone más oscuro», ha explicado Alonso sin desvelar muchos detalles del argumento.
En la misma línea Ulloa anuncia una evolución en los personajes: «En la primera temporada hemos jugado con un tono muy luminoso y aquí es posible que prevalezca ese tono, pero también juguemos con otros más de género, con más salsa para la historia», ha explicado.

Nuevos personajes
La segunda temporada incorpora entre sus nuevos personajes a Candela, una mujer sevillana imprevisible y temperamental que interpreta Inma Cuesta, quien cree que viene a «dinamitar» un poco la relación entre Berlín y Damián, quienes son en parte como un caballero andante y su fiel escudero, en comparación sutil con referentes de la literatura española como Don Quijote y Sancho Panza.
La propia Cuesta, recogiendo palabras de Álex Pina -creador de la serie junto a Esther Martínez Lobato-, ha destacado que España como escenario de la historia en emplazamientos de Sevilla, Madrid, San Sebastián u otras localidades sea en esta ocasión también «otro personaje más», tras el paso por París en la primera temporada.
«Al final eso también creo que modifica la historia, porque hay un tempo, una manera de contar las cosas, por ejemplo a través de mi personaje, que es un poco una representación típica de lo que fuera de nuestras fronteras se entiende como España», ha indicado la actriz.
En el caso de Sevilla, los futuros espectadores podrán reconocer emplazamientos no necesariamente conectados pera tan icónicos -además del Patio de Banderas donde han rodado esta jornada- como la famosa Plaza de España o el río Gualdalquivir.
Rodaje ‘vivo’
Respecto a la grabación, Ulloa ha destacado lo «estimulante» de una forma de trabajar que es «muy intensa», con muchas horas, a lo largo de casi nueve meses para hacer ocho capítulos: «Álex (Pina) entiende el rodaje como un organismo vivo, que va modificando, incluso en el montaje, la historia», ha señalado.
«Aquí se está haciendo un entretenimiento de altísima calidad, a todos los niveles», ha comentado el intérprete de Damián, que ha destacado la excelencia y la exigencia en la forma de emplearse en la productora Vancouver Media.
Coincide en esta reflexión Pedro Alonso: «Hay cosas a veces impresionantes, técnicamente es un nivel de mimo en cada plano», ha dicho el actor que encarna a Berlín, que ve «un plus de magia» en la forma de hacer esta serie con sus «atrevidos juegos de estilo», siempre con un punto de «cierta locura mediterránea».
En cuanto a la repercusión de la serie y todo lo que rodea tanto a ‘Berlín’ como ‘La casa de papel’ Ulloa confiesa que no era consciente de hasta qué punto su universo era «tan global»: «Había unos códigos, un lenguaje, una mitología alrededor. Es bonito que sea otra historia, anterior a aquello y que, de alguna manera tiene que explicar, por qué Berlín es como es en la Casa de Papel», ha concluido. EFE