Álvaro Vega I Córdoba, (EFE).- La mexicana Ana Segovia hace una reinterpretación del folclore andaluz a través de una serie de catorce obras, trece de ellas óleos sobre lienzo, que tiene como base la mirada a la protagonista de la película ‘Pena, penita, pena’, Lola Flores, que no aparece en ningún momento en la serie que presenta desde este jueves en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A).
La serie está realizada ex profeso, en un trabajo elaborado en Madrid desde principios de año, para ser exhibida en la Caja Negra del C3A y recoge su título, ‘Me duelen los ojos de mirar sin verte’, de unas de las estrofas de la canción de Quintero, León y Quiroga, que da título a la película dirigida por Miguel Morayta en 1953 y que interpreta Lola Flores.
En una entrevista con EFE, Ana Segovia (Ciudad de México, 1991) ha asegurado que «en esta película me percaté que había mucho filmograma, muchos momentos en cámara de la gente mirando a Lola, mucho retrato de la gente».
A través de la investigación que le encargó para este trabajo a su amiga Verónica Guerrero, filósofa, historiadora y curadora, para acercarse a la historia de Andalucía, en la que llegaron a leer a Blas Infante, se adentró en «la relación que tenía el flamenco con el cine, con la pintura, con las artes andaluzas y la identidad» y se acercó a la figura de Lola Flores.
Era un personaje que conocía, ya que «en México fue una persona muy importante para una generación, pero no era tan cercana a mí», aunque tras esta aproximación «me enamoré de la figura y de la película», a la que engloba en el tipo de cintas que «son tan buenas como sus historias son muy cursis».
Mito para embrujar al espectador
Fue cuando descubrió un «tropo», en el sentido retórico, «de cómo estas folclóricas, dentro de ese mito generado de embrujar al espectador, que muchas veces uno siente eso. Uno sí siente hipnosis al ver a una mujer como Lola bailar. No puedo imaginarme lo que hubiera sido eso en persona”.
De la utilización del director de la película de esa capacidad de la folclórica salen «muchos planos donde la gente voltea a ver a Lola», ha enfatizado. «Y es de ahí donde decidí reenfocar nuevamente para regresar a la mirada del otro hacia allá, hacia Lola, pero nunca retratando a Lola en sí», ha concretado.

Pero ‘Me duelen los ojos de mirar sin verte’ con esa mirada a una Lola Flores que no aparece no le salió en el primer intento. «Los primeros cuadros trataron de una manera muy torpe de retratar a Lola y al folclor y a la mujer, las folclóricas. Y rápidamente me di cuenta que no funcionaba, porque se trata de un tropo ya bastante utilizado en el costumbrismo», ha reconocido.
Fue entonces cuando Ana Segovia enfocó su trabajo para el C3A, en la que es su primera exposición individual en España: «Una manera de sacar la vuelta fue reflexionar sobre la mirada en sí. Entonces, pensar mi mirada y luego retirarme un poco y retratar la mirada del hombre hacia la mujer. De alguna manera retratar eso, Y al retratar eso se dibuja la presencia de Lola sin Lola».
Juego a nivel plástico
Aunque «todos los cuadros que se ven en la exposición vienen de esa película y de alguna manera muestran o señalan un momento de ver», Segovia ha precisado que, si alguien viese ‘Pena, penita, penita’ como ella misma explora algunas secuencias audiovisuales, fotograma a fotograma (cada segundo tiene veinticuatro), no podría identificar el momento exacto que ha escogido para cada uno de sus trece óleos y de la imagen transferida sobre madera.

Ello lo hace, según ha comentado, «para dar más juego a nivel plástico» y, de hecho, sus trabajos no respetan siempre el formato audiovisual horizontal, ya que adapta «las composiciones a los distintos formatos».
Así, en su exposición, que estará abierta hasta el 6 de enero, se encuentran tres piezas verticales de gran tamaño y cambia de formato y de tamaño hasta llegar a una pequeña, escondida en la Caja Negra a modo de «respiro que en las exposiciones suelen dar una pared en blanco».
La importancia de la sala
De este modo, la sala, más propicia en su opinión para la escultura, juega un papel esencial en la forma de articular los cuadros, que se pueden ver, incluso, en algunos casos, por detrás, en lo que presenta como un homenaje a los grandes de la pintura.
Especializada en pintura y dibujo en la School of Arts Institute of Chicago (SAIC), ha presentado en muestras individuales antes de en España, en México, Estados Unidos e Italia, donde participó el año pasado en la Bienal de Venecia, y su obra forma parte de colecciones en el Denver Art Museum y el Pérez Art Museum Miami, en Estados Unidos, y Alumnos 47, en México. EFE