Málaga, (EFE).- La empresa OWO de Málaga fabrica un chaleco sensorial con tecnología háptica que nació para hacer sentir al de videojuegos una experiencia inmersiva en la vida real y que ha dado «el salto» a la preparación en materia de defensa.
El chaleco, que se utiliza para experimentar las sensaciones, parte de la tecnología háptica, la cual se basa en vibraciones e impulsos que simulan las diferentes acciones reales que podrían suceder en el entorno que se simula.
El fundador y CEO de la empresa, José Fuertes, explica en una entrevista con EFE las sensaciones que se pueden transmitir con esta herramienta, que cuenta con nueve parámetros: Desde una puñalada en el abdomen a un disparo en el pecho que sale por la espalda.
A partir de los impulsos que genera el chaleco, el uso que se le ha dado a la herramienta ha estado enfocado en transmitir a los s de videojuegos la experiencia que siente su avatar virtual.
Actualmente son 5.000 los s que ya tienen su chaleco en casa, lo que ha supuesto unos ingresos superiores al millón de euros para esta empresa, cuyo futuro pasa por investigar nuevos campos como la defensa y la formación de de cuerpos especiales.
Tecnología para entrenamientos militares
Fuertes asegura que coincidió en una feria tecnológica con dos veteranos de guerra, de Vietnam y de Irak, que le transmitieron que estos métodos son los que necesitaban para que los soldados pudieran sentir de forma virtual.
A raíz de las conversaciones que mantuvo Fuertes con diferentes especialistas en defensa, la compañía ha aplicado la tecnología a los entrenamientos militares y utiliza gafas de realidad virtual y réplicas de ‘airsoft’ para complementar al chaleco en la preparación de agentes y soldados.

El CEO de esta empresa asegura que la herramienta ha sido validada con el ejército y con grupos especiales.
Experimentar la música o el cine Además, los usos de la tecnología háptica pueden llevar a quien se pone el chaleco las sensaciones que se pueden experimentar al escuchar una canción o ver una película.
OWO está trabajando junto al músico Pablo Amorós para que, en el Segundo Concurso Internacional de Piano Ciudad de Málaga, “personas con diferentes capacidades puedan sentir una obra musical”, según afirma el propio Fuertes.
En función de los recursos privados con los que cuente la empresa, no descartan que se pueda desarrollar una tercera rama que se enfoque en ir más allá del concurso de piano.
En el horizonte, profundizar «en la música, en el cine, en la ciudad inteligente, en personas con diferentes capacidades…”, detalla. EFE