Zaragoza (EFE).- El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, en el término municipal de Pastriz (Zaragoza) ha presentado este martes sus nuevas instalaciones, que suponen un crecimiento del 24 % de este centro faunístico de referencia con una inversión de millón y medio de euros, y que se destinará a la cría y conservación de varias rapaces en peligro de extinción.
Se trata de un proyecto pionero en España con el cual el centro habilitará varios espacios destinados a la incubación, cría, revisión, vuelo y reproducción del milano real y el cernícalo primilla, dos especies amenazadas en varios puntos de la geografía española, y que podrán ser reintroducidos gracias a este programa, financiado con fondos Next Generation.
Las nuevas instalaciones, que se han construido mediante la rehabilitación de antiguas fincas agrícolas, abarcan más de 2.700 metros cuadrados, e incluyen estancias específicas para personal del centro y espacios para cría de estas aves, incluyendo salas de incubadoras y nacimientos, crianza artificial, quirófano y almacén, entre otros.
Junto al edificio principal, el proyecto también ha desarrollado diversos parques de vuelo para estas aves, que permitirán practicar a las pequeñas rapaces a fin de que adquieran experiencia y puedan cazar y volar por su propia cuenta cuando sean liberadas en entornos naturales.

«El objetivo es que nuestros animales criados en cautividad se comporten como animales nacidos en el medio natural, que sean viables una vez liberados y cuánto menos o tengan con las personas, mucho mejor», ha explicado la responsable del centro de recuperación, Esther Ginés.
Este proyecto supone así una mejora del Programa de Cría en Cautividad del Milano Real, que ya inició este organismo en 2006 a causa de la pérdida de ejemplares reproductores que se venía dando en varias zonas del Valle del Ebro, y que, a lo largo de estos años, ha venido desarrollando un protocolo de incubación y crianza artificial.
El programa ya ha dado lugar a 149 nuevas aves, de las que 109 se han liberado en territorio aragonés y 33 han sido donados a otras comunidades autónomas como Andalucía, donde escasea gravemente esta especie, y el centro ya ha observado que se encuentran reproduciéndose en medio natural. Los otros 7 restantes se han incorporado a un ‘stock’ de cría regular, que mantiene a decenas de ejemplares para su reproducción.
La Alfranca, centro de referencia nacional
En el 2024, un total de 6.586 animales (5.731 de especies protegidas) ingresaron en este centro de referencia en atención veterinaria de fauna silvestre, de los cuales el 80 % correspondía a aves (en su mayoría rapaces), pero que también acogió a mamíferos, reptiles y anfibios.
Desde el propio centro, han itido un incremento en el número de animales lastimados que ingresan en los últimos años, cuyo diagnóstico más frecuente es la colisión con aerogeneradores o los atropellos de vehículos, seguidos por las electrocuciones.
Una recogida de ejemplares que se acrecienta en algunos casos en los períodos estivales, cuando aumenta la presencia de vencejos, aviones comunes o cigüeñas, además de animales nocturnos como los murciélagos. Otras especies muy amenazadas que han pasado por el centro en el último año han sido el buitre negro, el alimoche o el ibis eremita.

Menos habituales son los ingresos de reptiles (no llegan a un 2 % del total), sobre todo, de culebras bastardas y de escalera, así como anfibios, que apenas suman 22 entre sapos corredores, tritones jaspeados y otros.
La Alfranca también se encuentra en colaboración con varios centros de Italia para la recuperación de especies como el milano real, también existente en tierras italianas, y con otros territorios de España, coordinando así sus actividades.