Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Las obras de restauración del Templo Masónico de Santa de Tenerife se encuentran ya en su recta final y se prevé que culminen entre febrero y marzo del próximo año, cuando abrirá sus puertas al público rehabilitado como un centro de visitantes de la ciudad.
Durante una visita para comprobar el estado de los trabajos, el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha celebrado los avances en las obras, para las que el Ministerio de Cultura ha aportado tres millones de euros, y ha recordado que la masonería en España fue víctima de la dictadura franquista al haber sido «perseguida, aniquilada y extinguida».
El templo, uno de los vestigios de la masonería más importantes que quedan en España, fue construido en 1900 para su uso por parte de la Logia Añaza y se tardó cerca de 20 años en concluir los trabajos, ideados por el arquitecto Manuel de Cámara y Cruz.
Durante la Guerra Civil fue expoliado, requisado y cedido a la Falange y más adelante se utilizó como farmacia, óptica y acuartelamiento, hasta su cierre en 1990. El edificio pasó a titularidad municipal en 2001, se encontraba en un estado prácticamente ruinoso desde entonces y tuvo que ser apuntalado para proteger su estructura, muy dañada.
Tras recorrer el Templo, Torres ha lamentado que Franco hiciera creer, como parte de su propaganda, que los masones eran autores de «auténticas barbaridades», como liturgias satánicas o tribalización de niños pequeños, «algo absolutamente falso».
«Es importante que se conozca la verdad, que no se repitan esos actos y que los chicos en los centros educativos conozcan qué significaba la dictadura en cuestiones relacionadas con la pérdida de derechos de las mujeres o las personas homosexuales», ha reflexionado el ministro.
También ha celebrado que el Templo haya sobrevivido a la dictadura y pueda convertirse en un centro de visitantes que permitirá conocer más a fondo la masonería, a la que ha definido como una orden «fundamentalmente progresista y de defensa de los valores humanos».
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, ha celebrado la importancia «histórica» de recuperar un «símbolo de la ciudad» y que, a partir de «febrero o marzo» se convierta en un lugar visitable y conocido por los chicharreros.
«La recuperación histórica de un edificio como este es una obligación, y será en un atractivo más de la ciudad por su singularidad dentro del Estado español e incluso de Europa. Con esta simbología es único prácticamente en el mundo», ha declarado el regidor municipal.
Sobre el «pequeño» retraso de las obras, ha dicho que se trata de unos trabajos «complejos» que en muchos casos van «al pequeño detalle y al pincel», si bien espera poder inaugurarlo a mediados del 2025.
La arquitecta responsable del proyecto de rehabilitación, María Nieves Febles, ha destacado en declaraciones a EFE el enorme simbolismo tanto del interior como, sobre todo, de la fachada, que es «imponente».
«El interior prácticamente se encontraba desmantelado. La labor de la obra ha sido recuperar todos los elementos simbólicos propios de la masonería, restaurar la fachada y, en el interior, recuperar la sala donde se celebraba el rito, la sala de ágapes y todas las partes del edificio no solo a nivel constructivo sino simbólico», ha apuntado Febles.
Se han tenido que restaurar elementos como las esfinges que pueden verse en el exterior, en un trabajo en colaboración con la Universidad de La Laguna, y hacer una labor de documentación histórica para comprender la importancia y el porqué de los símbolos que pueden encontrarse en el Templo.
«Ha sido complejo, pero muy gratificante. Una vez que entiendes el edificio y que sabes cuál es el contenido y cuál es su cometido ya trabajas con cierta tranquilidad y seguridad», ha concluido la arquitecta. EFE