Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha confiado este viernes en que el informe de impacto ambiental del Gobierno de Canarias sobre la central eléctrica de gas que se proyecta en el puerto de La Luz sea negativo ante los numerosos estudios contrarios a la planta, por ser perjudicial para la salud y el medio ambiente.
Morales ha hecho estas declaraciones tras reunirse con de Greenpeace en el barco de la organización ecologista Artic Sunrise, con motivo de la campaña internacional que ha iniciado en el puerto de La Luz para pedir a la Unión Europea que prohíba la apertura de nuevas plantas de gas, y ha dicho que «no duda» en la profesionalidad de los técnicos de la Consejería que se deben pronunciar sobre este asunto.
Ha recalcado que se ha de ser respetuoso con el procedimiento, si bien ha manifestado que no considera que pueda seguir adelante la central eléctrica, porque cuenta con la oposición del Cabildo y del Ayuntamiento capitalino, que la han rechazado en sus respectivos plenos.
Construir una planta de estas características, con la contaminación que genera, «no va a ser posible en una ciudad de 400.000 habitantes», ha recalcado Morales, quien ha advertido también de que la última palabra la tendrá Puertos del Estado.
Tanto Morales como la concejala de Podemos en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Gemma Martínez Soliño, que también se ha reunido con los representantes de Greenpeace, han expresado su agradecimiento a la organización ecologistas por la importante labor que llevan a cabo para concienciar a la población de que «el gas no es el camino», como reza el lema que exhibe el Artic Sunrise.
Morales y Martínez han insistido en que el gas es un combustible fósil y no puede utilizarse como energía de transición hasta la implantación de las renovables, y menos con una concesión como la que se pretende dar a la empresa Totisa Holding SA para su futura planta de almacenamiento de gas licuado, regasificación y generación de electricidad (70 Mw) en el puerto por un periodo de 50 años.
El presidente del Cabildo ha precisado que no se opone a que se suministre gas a los buques que hacen escala en el puerto de Las Palmas, sino a que se use ese combustible para generar electricidad.
Al respecto, ha recordado que en los años noventa hubo una gran lucha contra la regasificadora que se prendía instalar en Arinaga, y se ganó, y hace cuatro o cinco años se combatió también con éxito la intención de implantar el gas ciudad en la capital.
Ha subrayado que a la planta de Totisa se oponen también más instituciones y la plataforma ciudadana creada contra la pretensión de esa empresa por motivos de salud, medioambientales y de seguridad.
Martínez ha incidido en que también confía en el que informe de impacto medioambiental sea negativo y que tomarán las medidas oportunas, una vez que se conozca, en caso de que sea favorable.
Ha afirmado que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria apuesta de forma decidida por las energías renovables y que la planta de gas que se proyecta supone «volver al siglo XIX».
«No confundamos a la población, la transformación del gas en electricidad es un proceso dañino y costoso», ha señalado la edil. EFE