Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La ocupación prehispánica de la cumbre de Gran Canaria fue más compleja y menos aislada de lo que se pensaba hasta ahora, según los primeros resultados de una investigación que se está llevando a cabo dentro del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de la isla, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2019.
Los trabajos realizados en los dos años que lleva en marcha este proyecto «nos están enseñando un Roque Bentayga mucho más complejo», ha declarado este martes durante la presentación de los hallazgos obtenidos el investigador Jonathan Santana.
«Un poblado muy diverso con unas dinámicas de ocupación sumamente complejas, donde incluso estamos empezando a observar barrios dentro del propio Roque Bentayga», ha agregado Santana.
El investigador ha explicado que a estos barrios se añaden otros contextos arqueológicos dentro de la Sierra de Bentayga que evidencian que «probablemente fue un lugar muy importante», al tiempo que ha recordado que fue donde se resguardaron los antiguos habitantes de la isla durante la Conquista castellana.
Se trata de un lugar que estuvo ocupado cientos de años, ha señalado, al tiempo que ha subrayado la paradoja de que «a pesar de que hoy en día es un lugar donde no vive nadie, es uno de los lugares donde más tiempo vivió gente en esta isla».
Porcelanas del exterior
Igualmente, el investigador ha destacado otro de los hallazgos, relacionado con el barrio locero de Lugarejos, que demuestra que «a pesar del aparente aislamiento de las poblaciones» en ese lugar, durante los siglos XIX y XX, «encontramos una serie de lozas esmaltadas, por ejemplo, unas porcelanas que vienen de fuera y que en otros contextos, como el peninsular, no aparecen».
«Es decir, a pesar de ese aparente aislamiento de la cumbre, de esa isla dentro de la isla, estamos viendo que el lugar no estaba tan aislado», ha remarcado al señalar el papel preponderante que tuvieron las mujeres y de la transmisión cultural en las técnicas de producción y redes de distribución de la cerámica tradicional, o el hecho de que las poblaciones de la cumbre también consumían recursos marinos.
El proyecto ha sido desarrollado a través de un convenio de colaboración de dos años prorrogable entre la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y el Instituto del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, financiado por el Cabildo insular.
Durante la presentación de los resultados, el rector de la ULPGC, Lluís Serra, ha anunciado la prórroga por otros dos años del acuerdo, al que ha calificado de «ejemplo extraordinario de cooperación interinstitucional en favor del conocimiento, la conservación y la difusión de nuestro patrimonio».
En estos dos años se han llevado a cabo excavaciones, prospecciones arqueológicas y estudios de materiales (herramientas líticas, restos vegetales, cerámicas, piel, semillas, etc) en distintos yacimientos de la cumbre de la isla, que están siendo analizados mediante estudios especializados en laboratorios de la Universidad de Linköping (Suecia), la Universidad de Bristol (Reino Unido), la Universidad de La Laguna (Tenerife) y en la ULPGC.
«Cada uno de estos materiales puede ser tratado como una palabra del pasado», ha declarado el presidente del Cabildo, Antonio Morales, al remarcar el compromiso de la Institución insular «con la herencia de la antigua sociedad canaria».

Tesoro patrimonial
El investigador Jacob Morales ha destacado que Risco Caído «está incluido en el listado del patrimonio mundial de la UNESCO y, por lo tanto, no es solo patrimonio de los canarios, sino general de toda la humanidad y es nuestra labor protegerlo, conservarlo y difundirlo, sobre todo mediante la investigación».
«Para nosotros», ha agregado, «Risco Caído y las Montañas Sagradas es un tesoro patrimonial donde no solo se conservan aquellas fuentes de nuestros orígenes o identidad, sino un patrimonio arqueológico que sirve para entender la historia de los canarios, e incluso, por ejemplo, cómo funciona el ADN vegetal de la semilla o cómo podemos investigar la dieta de las personas utilizando isótopos».
Santana ha explicado que con la prórroga del convenio comenzarán con trabajos en Barranco Hondo, que es «uno de los lugares en Gran Canaria donde observamos una intensidad de la ocupación de los pueblos aborígenes» y, no obstante, «a día de hoy no existe un inventario pormenorizado de los bienes arqueológicos y etnográficos que están presentes en él, y tampoco tenemos una idea de cuál ha sido su biografía cultural».
Durante los dos años iniciales de este proyecto se han inventariado 31 cavidades con usos diversos en el nivel 1 del Roque Bentayga y se han registrado 15 nuevos bienes patrimoniales, que se suman a los 14 ya documentados en la Carta Etnográfica de la Fundación Para El Estudio y Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC).
En un granero, que después se usó como cueva funeraria, y en una cista funeraria, ambos situados en el Roque Bentayga, destacó el hallazgo de los restos óseos de un individuo adulto, datados entre los siglos XI y XII, así como de varios adultos y un individuo perinatal, de entre los siglos XII y XIII.
Igualmente, se ha logrado documentar en tres dimensiones la estructura del túmulo funerario de Llanete Real, permitiendo el estudio detallado del sistema constructivo y la creación de modelos 3D e infografías para su divulgación, y se ha puesto en marcha la iniciativa para la difusión ciudadana ‘Arqueología Contigo’, entre otras actuaciones.
La muestra de los hallazgos estará expuesta inicialmente durante una semana en la Oficina de Información y Atención Ciudadana (OIAC) del Cabildo grancanario. EFE