Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El Molina Sport ha conseguido con su victoria en el segundo partido de la final ante el Valladolid (5-2) el récord de ganar los 31 partidos oficiales que han disputado esta temporada en la conquista de sus cuatro títulos, hazaña esta última que logran por segundo año consecutivo.
Con su goleada al Caja Rural LV en el segundo y definitivo partido de la final de la Liga Élite, los grancanarios se convierten en el primer equipo en conseguir enlazar 31 victorias en sus 31 encuentros oficiales disputados en las cuatro competiciones que ha ganado: Liga Élite, Supercopa de España, Copa del Rey y European League, informa el club en un comunicado.
Si ya el año pasado consiguieron firmar un póquer inédito en la historia del hockey línea español, este año han revalidado sus cuatro coronas, con el añadido de no conocer la derrota en ningún partido disputado este año.
El primer tanto se resistió unos 10 minutos, lo que tardaron Mario Diez asistido por Kevin Mooney y Chuck Baldwin en jugada individual en perforar la portería defendida por el canadiense Jimmy Tweed que nada podía hacer para evitar que los grancanarios se adelantasen en el electrónico.
Toda la presión caía sobre un Valladolid que no terminaba de encontrar el camino hacia la portería de su ex, Javi Tordera, que mantenía echada la persiana en su portería.
El Molina aprovechaba la desesperación de su rival para hurgar en la herida abierta con un tercer tanto, tras aprovechar Kevin Mooney un pase de Jan Andrysek para colocar el 3-0 en el electrónico antes de enfilar el túnel de vestuarios para un merecido descanso.
Por si el castigo recibido por los pucelanos no era suficiente para asegurar el título de los grancanarios, Chuck Baldwin aparecía en el arranque de la segunda parte para enviar el disco al fondo de la red tras recoger un nuevo pase de Jan Andrysek.
A pesar de todo, el gen competitivo del Valladolid les llevaba a seguir intentándolo y encontraba el consuelo de reducir distancias en una asistencia de Carlos Cabrera que aprovechaba Pedro Jaime Galván para colocar el 4-1 en el marcador.
El Molina no terminaba de saciar su hambre y respondía con un jugador de Jan Andrysek que el checo se encargaba en convertir en el 5-1 que aseguraba el póquer de los amarillos.
Con todo decidido, aprovechaba Dusan Cantabraba para maquillar el marcador convirtiendo el definitivo 5-2 con el que se llegaba al final del duelo. EFE