Santander (EFE).- La factoría cántabra de Solvay dispondrá en 2027 de la mayor planta de cogeneración eléctrica con biomasa de España, para evitar la emisión de 300.000 toneladas de dióxido de carbono, en un primer paso para convertirse en un ‘hub’ de producción de combustible sintético, a través de la producción de dióxido de carbono biogénico y el uso de hidrógeno verde.
El proyecto, diseñado por Solvay en sociedad con la empresa tecnológica Enso Esco, recibirá 30 millones de euros de fondos europeos a través del Perte de descarbonización industrial, para la construcción de una planta que producirá una potencia de 49,99 megavatios, con una inversión de más de 127 millones de euros.
El ministro de Industria, Jordi Hereu, que la semana pasada firmó las primeras resoluciones provisionales de esa línea de ayudas, ha visitado este miércoles la planta, ubicada entre los municipios de Torrelavega y Polanco, que ha puesto este proyecto como «ejemplo» de la transformación industrial para el uso y producción de energías limpias.
«Es uno de los mejores ejemplos de la estrategia que estamos llevando a cabo. Una estrategia europea, española, también en Cantabria, que significa impulso industrial; reindustrialización a partir de la clave de la transformación de nuestra industria», ha resumido Hereu, que ha estado acompañado por la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, el director de la planta, Jorge Oliveira, y el directivo de Enso Esco, Elías Hernández.
Autorizaciones y permisos este año
Sáenz de Buruaga ha subrayado el compromiso del Gobierno de Cantabria con este proyecto de «gran envergadura y largo recorrido», que finalmente va a suponer, según ha destacado, una inversión superior a los 200 millones de euros.
Para materializar ese compromiso, la presidenta cántabra ha explicado que ya se ha creado un grupo de trabajo para coordinar actuaciones y decisiones, con el objetivo de agilizar «al máximo» la tramitación de las autorizaciones ambientales, industriales, urbanísticas necesarias para el desarrollo del proyecto.
De esta forma, ha avanzado que la previsión es que antes de acabar este año puedan estar concedidos «todos» los permisos, las autorizaciones necesarias para la planta de cogeneración de biomasa, que tiene un proceso de construcción o ejecución aproximadamente de dos años, y puede estar en funcionamiento en 2027.
«Ese es nuestro compromiso, acompañar, pero más que acompañar, impulsar, facilitar y, sobre todo, acelerar al máximo este proceso de transición energética que es fundamental», ha resumido Sáenz de Buruaga.
Solo el principio
El director de la planta ha abundado en que, tras más de 115 años de historia, Solvay empieza en Cantabria a concretar su reto de la descarbonización, para reducir en 300.000 toneladas de CO2 sus emisiones, el máximo atribuido por el Perte de descarbonización.
Y ha avanzado que es el «principio» de otros proyectos que también está estudiando la empresa para convertirse en más sostenible y competitiva y que ir más allá de ese objetivo, en los que ha abundado el directivo de Enso Esco.
Elías Hernández ha incidido en la importancia de este proyecto, que va a suponer la puesta en marcha de la «mayor planta de cogeneración con biomasa de España y una de las principales más grandes de Europa», pero ha apostado por seguir adelante para hacer de Solvay «un referente a nivel europeo y a nivel mundial».
«Este es solo el primer paso para convertir a Solvay, posteriormente, en uno de los ‘hubs’ para producción de combustible sintético a través del CO2 biogénico que esta misma planta producirá y de la posibilidad de utilizar el hidrógeno verde para esa producción de los nuevos combustibles. Eso nos llevará a otra escala», ha concluido Hernández.
