Un hombre pasea con su perro, este jueves en Toledo. EFE/Ismael Herrero

Castilla-La Mancha espera un invierno con menos precipitaciones tras un año «extremadamente cálido»

El invierno que está a punto de comenzar puede ser en Castilla-La Mancha más cálido de lo habitual y con menor cantidad de precipitaciones tras un 2024 que ha sido «extremadamente cálido», el segundo más caluroso desde que hay registros.

En estos términos se ha expresado en rueda de prensa este jueves el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha, Luis María Bañón, que ha reconocido la probabilidad de que, al hacer un cómputo general de este próximo invierno, «salga una temperatura media por encima de lo normal», y que sea algo más cálido, aunque no apunta a que vaya a ser «caluroso».

Ha añadido que en provincias como Cuenca y Guadalajara el comportamiento será más normal, acorde con la época del año, mientras que hacia el sur o el oeste, en zonas como Ciudad Real, la tendencia será a tener menos precipitaciones de lo habitual.
En todo caso, Bañón ha reconocido que la señal es muy difusa frente a otras estaciones donde se ha percibido con mayor claridad, y por tanto son datos de «elevadísima incertidumbre y difícil uso».

Tiempo de invierno en Nochebuena

Respecto a los días festivos de Navidad, cree que estaremos en la región cerca de los valores propios del invierno en cada sitio.

Bañón ha especificado que el frío va a continuar, al menos hasta el día 17, con precipitaciones que pueden ser de nieve en cotas relativamente bajas, como 1.000 o 1.200 metros; un episodio de lluvias que puede comenzar ya este jueves por la noche o la madrugada del viernes en algunos puntos de la comunidad autónoma.

A partir del 17 ha explicado que una borrasca atlántica dejará dos o tres días de temperaturas bastante más altas de lo habitual, y luego se esperan unos valores similares al inicio del invierno.

En este punto, el director territorial de la Aemet ha advertido asimismo de que, a más de 8 días, las predicciones tienden a resolverse con valores cercanos a lo normal, por lo que ha matizado que «es pronto todavía para tomar decisiones, si hubiera que hacerlo».

El segundo año más caluroso desde 1961

Todo ello cuando Castilla-La Mancha va a cerrar un año 2024 «extremadamente cálido», el segundo más caluroso desde que hay registros, y en el que los meses de enero, agosto y noviembre han batido su récord de temperatura.

Así lo ha avanzado Bañón, al hacer balance de un otoño que también ha sido el octavo más cálido desde 1961, y de carácter húmedo, debido a las precipitaciones que dejó la dana de finales de octubre.

Según ha explicado el delegado territorial de la Aemet, a falta de unas semanas para que acabe el año todo apunta a que 2024 va a ser el más cálido en la comunidad autónoma, sólo superado por 2022, y con tres meses que han batido su récord de los últimos 60 años.

Además, febrero, abril y julio también están entre los más calurosos de los registros, lo que «estadísticamente es prácticamente imposible si no se entiende en un marco de un calentamiento global», ha sentenciado Bañón.

Las máximas del año se registraron el 14 y 16 de agosto en Tobarra (Albacete), Velada (Toledo) y Almadén (Ciudad Real), donde se superaron los 44º, mientras que las mínimas hasta el momento se han recogido en Beteta y Salvacañete, ambos en Cuenca, y Molina de Aragón (Guadalajara) el 12 de enero, con menos de -8º.

Todo apunta a que el año será húmedo en Castilla-La Mancha, con una precipitación media hasta el 30 de noviembre con 499 litros por metro cuadrado.

Balance otoño

En el caso del otoño, Bañón ha apuntado que la subida de las temperaturas se debe especialmente a las mínimas, por lo que ha sido una estación de noches calurosas, especialmente en Albacete, donde ha sido la segunda serie de mínimas más cálidas después de 2022.

Las temperaturas más bajas del otoño se observaron los días 27 y 28 de noviembre, con mínimas por debajo de -2º en estaciones de Toledo, Cuenca o Guadalajara.

En cuando a las precipitaciones, Bañón ha desgranado que el mes de octubre ha sido el segundo más húmedo de los últimos 64 años, con 162 litros por metro cuadrado y una distribución «irregular», y que se ha debido al episodio de la dana. Ésta dejó 174 litros por metro cuadrado en Mira (Cuenca), 150 en la estación de Fuensanta (Albacete), y 136 litros por metro cuadrado en Campillos (Cuenca).

Por su parte, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, ha incidido en que «el cambio climático mata», y ha alertado contra los dicursos «tibios y negacionistas», a la vez que ha incidido en que «negar la evidencia y mirar hacia otro lado es un posicionamiento muy peligroso».

Tolón también ha reconocido el trabajo que desarrolla la Aemet, tras los ataques «injustificables» que ha recibido, y ha instalado a la ciudadanía a ser prudente y consultar las previsiones de cara a este invierno.