Toledo (EFE).- Minifalda y top de chapas con chal de lino con bordado lagarterano, vestido de ganchillo con tocado de cerámica talaverana o mono de plumas de avestruz y oca con botas de armadura toledana son algunas de las creaciones que han confeccionado diseñadores de moda y artesanos de la región para promocionar la ‘marca Castilla-La Mancha’.
Una comunidad autónoma que ha sabido mantener vivas técnicas ancestrales y reinventar oficios tradicionales como la costura para integrar propuestas vanguardistas que han dado como resultado innovadores diseños que se pueden contemplar en la exposición ‘De la mano al hilo: un diálogo entre diseñadores y artesanos de Castilla-La Mancha’, inaugurada este miércoles en el Salón Rico de Toledo, en el marco de la segunda edición de ‘Castilla-La Mancha es moda’.
Este espacio ha sido también escenario del coloquio ‘La moda como puente entre la tradición y la innovación’, en el que los diseñadores Félix Ramiro, Alejandro de Miguel, Lidia Ibáñez (Belinda Wings) y Arnelio Cruz, todos ellos de Castilla-La Mancha, han reflexionado sobre cómo la moda puede convertirse en un vehículo de diálogo entre generaciones, ya que permite reinterpretar el pasado desde una visión actual.
Durante el coloquio, Félix Ramiro ha asegurado que hay «marca Castilla-La Mancha» en la moda, además de «muchas mujeres que saben coser», que es una de las «ventajas» con las que cuenta esta región, donde la artesanía se une a la tecnología y a la innovación y donde hay «una sastrería artesanal, pero evolucionada».
En la misma línea, Alejandro de Miguel ha destacado el legado artesanal con el que cuenta Castilla-La Mancha, una región en la que siempre se ha trabajado para grandes firmas y donde la moda tiene «su sello propio».
Estudiar las necesidades para cubrirlas
También Lidia Ibáñez ha resaltado que la tradición en costura es «increíble» en diversas partes de la región, donde ha dicho que hay «una artesanía maravillosa», pero ha añadido que hay que mirar al futuro y estudiar las necesidades para poder cubrirlas.
De su lado, Arnelio Cruz ha defendido esta «sinergia» entre diseñadores y artesanos y ha animado a los jóvenes talentos a «proyectarse desde Castilla-La Mancha para crear identidad».

Además, los diseñadores se han pronunciado acerca de la producción en cadena a precios económicos y han destacado la importancia de concienciar a los consumidores para que piensen «qué hay detrás de cada producto» y las condiciones en las que trabajan las personas que los hacen.
Asimismo, han remarcado que es «una profesión preciosa», pero «muy exigente, muy veloz y cambiante» en la que se precisa «estar a la vanguardia», algo para lo que han afirmado que «falta inversión», por lo que han reclamado apoyo institucional.
La falta de relevo generacional es uno de los problemas de este oficio, por lo que también han demandado formación, para que las tradiciones no se pierdan, y han propuesto la organización de «una gran pasarela» en Castilla-La Mancha para que los diseñadores presenten sus colecciones al mundo.
Inclusión y diversidad en la moda de Castilla-La Mancha
Inclusión y diversidad
A continuación, el Salón Rico ha acogido un segundo coloquio sobre inclusión y diversidad, que ha contado con la participación de Ana Locking, David Moss, Lapili y Violeta Porté, quienes han debatido acerca de si hay una verdadera revolución en la moda a favor de la diversidad o se trata de una estrategia comercial con fecha de caducidad.
Ana Locking ha señalado al respecto que las empresas más pequeñas tienen una forma de trabajar «más honesta» y que hacen crítica social porque tienen un «compromiso emocional» que genera «una conexión íntima y poderosa» con el público.
A su juicio, «se hace un esfuerzo por la inclusión, pero lo difícil es la equidad», ya que no se trata de que todos tengan los mismos derechos, sino de ofrecer «oportunidades enfocadas a las necesidades».
Por su parte, David Moss ha opinado que hay marcas que realmente apuestan por la diversidad porque «lo sienten» y otras que lo hacen «por intentar encajar» y ha aseverado que «lo ideal» es que tanto los diseñadores como los consumidores tengan «valores de marca».
Lapili ha lamentado la hipocresía de quienes quieren contar con una modelo de talla grande, pero con «cintura de avispa», cara «estirada» y «que no tenga papada» y ha denunciado que hay «una presión por todos lados», especialmente hacia las mujeres, y que «siempre van a buscar la manera de que estemos consumiendo», ya sea «la pastilla que engorda» o «la pastilla que adelgaza».
Finalmente, Violeta Porté ha defendido «el concepto de moda adaptativo», es decir, adaptar las cosas para que puedan utilizarse y, respecto a cómo distinguir a las marcas oportunistas, ha apuntado que «el pensamiento crítico es lo que nos va a proteger frente al engaño».