Fachada de la fábrica de Bimbo en Valladolid un día después de que la empresa multinacional mexicana Bimbo comunicase que implantará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para cerrar la planta que el grupo posee en esta ciudad y que afectará a 166 trabajadores de forma directa y a otros 40 indirectos. EFE/ Nacho Gallego

La Junta de Castila y León pide a Bimbo que revierta el anuncio del cierre en su planta de Valladolid

Valladolid (EFE).- La Junta de Castilla y León ha pedido explicaciones a la multinacional Bimbo por el cierre anunciado de su planta en Valladolid, de la que dependen 166 empleos directos y 40 indirectos, y exigido que revierta esa medida como paso previo a la búsqueda de alternativas «que garanticen la actividad y el empleo».

El esfuerzo fundamental «lo tiene que hacer la empresa revirtiendo la decisión, pero también ahí podemos colaborar con algunas medidas que tanto los trabajadores como las istraciones estamos dispuestos», ha anunciado el portavoz del gobierno autonómico y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.

Marcha atrás

«Que se de marcha atrás, volvamos al punto de partida y busquemos una solución alternativa que garantice actividad y empleo en Castilla y León», ha añadido antes de ofrecer a Bimbo como interlocutor a la Fundación Anclaje.

«Tenemos un mecanismo en nuestra comunidad autónoma para abordar estos temas de crisis empresariales que es la Fundación Anclaje, y para ello nos consta la voluntad de colaboración de sus , tanto los sindicatos mayoritarios como la organización empresarial», ha precisado.

El portavoz y consejero ha insistido en la necesidad de que Bimbo explique las razones del cierre anunciado «para que veamos entre todos si existe la posibilidad de poder colaborar a la solución de aquellos problemas que pueda tener la empresa con el esfuerzo de todos».

Pero lo primero, ha subrayado, es que la multinacional «revierta esa decisión», ha concluido este jueves durante su intervención en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno de Castilla y León.

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero (d), junto al viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina (2d), y el viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural, Jorge Llorente (3d), se reúnen con el comité de empresa de la factoría de Bimbo en Valladolid, tras el anuncio de la empresa del cierre de la misma. EFE/Nacho Gallego

Alternativas

El Ayuntamiento de Valladolid ha manifestado el «rechazo total y absoluto a una decisión unilateral, que no tiene una justificación clara y, en todo caso, es desconocida», ha explicado el alcalde, Jesús Julio Carnero (PP), tras reunirse con el comité de empresa y altos cargos de las consejerías de Economía y de Agricultura.

El alcalde ha insistido en su intención de trabajar por todos los medios para «evitar del cierre de esta planta» y, en caso de no lograrse, apostar por «alternativas» en el ámbito industrial a través del protocolo anticrisis de la Fundación Anclaje y del Diálogo Social ya en marcha.

«Nos hemos puestos o con los responsables de la multinacional en España y nos dicen que ellos consideran que el cese no es incompatible con una alternativa industrial en esta fábrica, un hecho que me parece muy relevante», ha reconocido no obstante.

Indefensión

El presidente del comité de empresa, Félix Hernández (CC.OO), ha destacado el «impacto humano» que puede tener esta decisión de cierre porque las familias se encuentran en «un momento de incertidumbre, indefensión y sin comunicación de la empresa», en una plantilla cuyo promedio de edad ronda los 50 años de edad.

Hernández ha criticado que la empresa les haya dado «una explicación de aire» cuando durante una reunión ordinaria aludieron a un problema económico sin ofrecer más detalles, y ha subrayado que el comité de empresa apuesta «la viabilidad de la planta de Valladolid».

El comité no ha organizado movilizaciones hasta la reunión con la dirección de Bimbo convocada el próximo miércoles, 25 de septiembre, por lo que estos días van a aprovecharlos para «asesoramientos legales», comunicación con organizaciones sindicales de cara a la reunión y para «apoyar a los compañeros en planta». EFE