Valladolid (EFE).- La mujer joven en Castilla y León, entre los 16 y 24 años, es una «activista responsable» que recela de la clase política a la que considera inaccesible, y demanda una mayor participación social e institucional dentro de una comunidad autónoma poco poblada, envejecida y dispersa en la mayor superficie de España.
Estos son algunos de los rasgos esenciales de un informe elaborado por la organización no gubernamental Plan International España cuya presidenta, Concha López, ha pormenorizado este jueves durante una jornada organizada en Valladolid por el Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León.
«Esperemos que con este informe seamos capaces de empujar y generar esos elementos para que las mujeres participen más en la política», donde Castilla y León se encuentra «por debajo de la media de otras comunidades autónomas», ha analizado López en declaraciones previas a los medios de información.
Para ello, ha añadido, «hay que prepararlas y eso exige recursos, garantías y formación para que ellas mismas se sientan seguras: son activistas responsables pero eso hay que transformarlo en políticas reales», ha apuntado la presidenta de Plan International España antes de participar en la jornada.
Algunas cifras
Pese a que seis de cada diez jóvenes encuestadas (400 en total) vota en las elecciones autonómicas de Castilla y León (doce puntos más que la media nacional), el 65 por ciento opina que la clase política de su comunidad autónoma (mujeres y hombres) no es accesible para ellas.
Esa desafección supone una especie de decepción para unas jóvenes que en Castilla y León suele participar en protestas sociales y manifestaciones, así como respaldar con sus firmas peticiones de diversa índole: el 36 por ciento de las consultadas, diez puntos por la media nacional.
De ese activismo responsable al que se ha referido la presidenta de Plan International España habla el hecho de casi una de cada tres ha protagonizado alguna acción relacionada con el voluntariado, y que seis de cada diez participan en algún grupo u organización generalmente vinculado al entorno de su centro educativo.
El 58 por ciento reconoce que los primeras nociones sobre participación política las ha aprendido dentro del ámbito familiar, y del educativo, en este caso un 46 por ciento.
La mayoría de las encuestadas, ocho de cada diez, creen que para participar en política se necesita algún tipo de formación, y que la educación resulta fundamental tanto para la adquisición de conocimientos y destrezas, como para la obtención de la confianza necesaria que les permita emprender ese camino.
Derribar barreras
En la misma línea, la presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Amez, ha explicado a los periodistas cómo es necesario reforzar las estrategias y esfuerzos «para que las jóvenes pueda participar en política».
En el caso de Castilla y León, la primera mujer presidenta del Consejo de la Juventud ha enumerado «tres barreras» u obstáculos para ello existentes en esta comunidad autónoma: la de ser mujer, joven y vivir en el medio rural».
Para el presidente del CES, el catedrático Enrique Cabero, la conquista plena e igualdad efectiva entre hombres y mujeres, como termómetro democrático de un Estado Social y Democrático de Derecho, exige esa presencia real de la mujer en la vida política e institucional.
Estadísticas
Las mujeres representan el 52 por ciento del Consejo de Ministros y el 44 por ciento del Congreso de los Diputados, ocupan el 30 por ciento de las consejerías de Castilla y León, y el 37 por ciento del hemiciclo de las Cortes regionales.
Dentro del ámbito local, en España hay una mayor proporción de alcaldesas, el 24 por ciento frente al 20 de media en Castilla y León. EFE
