Valladolid (EFE).- El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha pedido este lunes a la sociedad «un esfuerzo» para favorecer la acogida e integración de los inmigrantes que llegan a España, aunque ha reconocido que «no es fácil» y que los estados «tienen el derecho a regular sus flujos migratorios».
«Pero siempre viendo todo el problema: las causas y la travesía», es decir la naturaleza social y el drama humano de quienes arriesgan su vida en busca de una existencia mejor, ha matizado Argüello sobre ese derecho de la regulación y recordado, en este punto, la Iniciativa Legislativa Popular existente en las Cortes Generales.
En la consecución de esa ILP, que persigue la regularización de medio millón de inmigrantes en España, «el protagonismo de las instituciones eclesiásticas ha sido mayoritario», ha recordado durante su participación en un foro público organizado por el diario El Norte de Castilla, decano de la prensa en España.

«Si no fuera por los inmigrantes, una decena de colegios católicos en Valladolid estarían cerrados», ha puesto como ejemplo de la participación, presencia y aportación de la inmigración: «La escuela católica, además de testimonio, podemos prestar este servicio de integración», ha insistido.
El Papa y Canarias
Luis Argüello, también arzobispo de Valladolid, ha vinculado el fenómeno de la masiva llegada de inmigrantes a España con la intención del Papa Francisco de visitar las Islas Canarias, principal foco de llegada de la inmigración en el país.
«He hablado con él. Espero y confío en que vaya a venir a Canarias. Puede producirse si su salud se lo permite, pero hay que decir con claridad que lo hace por un motivo especial», en línea con otros viajes pontificios «a lugares significativos, a las periferias, una expresión que ha hecho muy popular».
Se trataría, por tanto, de un viaje concreto, por una razón específica, y no una visita de Estado, ha puntualizado a preguntas de los asistentes. No obstante, ha matizado poco después en relación con este y otros asuntos, el Papa está a cumplir 88 años, una edad que ya supone la entrada «en tiempo de descuento».
Los dineros de San Pedro
Palentino como Argüello, el maestro de historiadores español Ramón Carande (1887-1986), premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, tituló «Los dineros de San Pedro» un estudio sobre la aportación económica de España durante la monarquía hispánica, principalmente sobre la época de Carlos V.
El presidente de la Conferencia Episcopal ha recordado, en materia de financiación, que la Iglesia Católica en España «no sólo vive de los fondos públicos», sino en buena medida de los contribuyentes que en su declaración de la Renta «ponen la X»: el 30 por ciento a escala nacional y el 50 por ciento en Castilla y León, ha manifestado.
Esa «democracia fiscal», así denominada, es la que permite subsistir a determinadas diócesis como son las de Castilla y León, gracias a la redistribución solidaria que realizan las demarcaciones que más recibe de la X solidaria del IRPF.
Más generosidad
Más allá de la ayuda estatal y de los contribuyentes, el presidente de la Conferencia Episcopal ha puesto el acento en los creyentes: «Los católicos deberían ser más generosos», ha afirmado con rotundidad entre las divertidas risas de los asistentes a este foro celebrado en un hotel de Valladolid.
La Iglesia «es comunión» y, como tal, todos los católicos deben ser corresponsables de la misma no sólo en España sino en el resto del mundo. Asia y África, también Iberoamérica, son los continentes y regiones donde más ha crecido en los últimos 60 años, hasta sumar una nómina de 5.200 obispos en todo el planeta católico, de ahí esa necesidad económica y ese llamamiento a una mayor generosidad.
Iglesia-Estado
Luis Argüello ha recordado cómo Pedro Sánchez, hace unos cuatro años, se convirtió en el primer presidente del Gobierno de la reciente histórica democrática en visitar la sede de la Conferencia Episcopal.
En este punto, ha expresado su deseo de que la relación con el actual Gobierno de España sea lo «más fluida» posible, aunque ha defendido el derecho de la Iglesia no a influir políticamente de forma directa, sino de expresar con libertad sus planteamientos.
No obstante, ha expresado su sorpresa cuando al abordar asuntos como las inmatriculaciones o las situaciones de abusos en el seno de la Iglesia y en otros estamentos sociales, al salir de las reuniones «nos sentimos desconcertados sobre lo que dialogamos en una mesa y lo que vemos a las dos horas en un medio de comunicación».
Invierno demográfico
Por último, en otras cuestiones, el prelado ha puesto en relación el «invierno demográfico» que atraviesa España desde hace décadas con la defensa de la familia, del matrimonio «entre un hombre y una mujer».
«Por el bien de la vida, merecen protección especial y tenemos derecho a decirlo», ha concluido. EFE