Valladolid (EFE).- El reciente desplome de una parte de la iglesia del convento de San Bernardino de Siena (siglo XV), este pasado fin de semana en Cuenca de Campos (Valladolid), ha puesto de manifiesto la estrecha relación entre la caída demográfica en la España interior y el irreversible deterioro de su patrimonio.
Fundado por María Fernández de Velasco en 1455, la iglesia sufrió varias transformaciones desde su estilo mudéjar inicial, hasta que en 1925 fue vendido el artesonado mudéjar de la nave mayor y laterales al magnate estadounidense William Randoph Hearst, principio de un declive que culminó en 1967 con la emigración de sus monjas clarisas.
Se reubicaron en un convento de la orden en Palencia, y desde entonces el conjunto ha acelerado su deterioro hasta este derrumbe, pese a los esfuerzos e intervenciones de su actual propiedad (desde 2018): la Fundación Rehabitar Tierra de Campos que este lunes, través de un comunicado, ha lamentado la situación.

SOS
«Hacemos un llamado a las istraciones competentes y a la sociedad civil para que se sumen a la preservación del Convento de San Bernardino de Siena, evitando su desaparición definitiva», reclama esa fundación que desde 2018 ha emprendido varias restauraciones con recursos propios e institucionales.
La situación «exige una intervención inmediata que garantice la seguridad del edificio y su recuperación para las futuras generaciones», añade esta fundación que en 2013 promovió la inclusión del templo en la Lista Roja de Hispania Nostra para alertar sobre su alarmante situación estructural.
Dedicada a la conservación y difusión de la arquitectura tradicional en la comarca de Tierra de Campos, la que más territorio de diversas provincias abarca en Castilla y León -Valladolid, Palencia, León y Zamora-, en la actualidad trabajaba en un proyecto para la consolidación de la nave central y laterales del templo.
El empuje sin control de las naves ha provocado finalmente este derrumbe que ahora se suma al de las bóvedas del coro, ocurrido en 2018 y que motivó, dos años después, una intervención de urgencia para reforzar la bóveda del ábside y su decoración interior de yeserías, con ayuda de la Diputación de Valladolid y Junta de Castilla y León.
«Nunca perdemos la esperanza, por eso seguiremos trabajando para evaluar los daños y buscar soluciones urgentes que eviten un colapso mayor del conjunto», concluye la propiedad de este conjunto histórico situado en Cuenca de Campos, un pequeño municipio de poco más de 150 habitantes con dos iglesias más (Santa María del Castillo y San Justo), situado entre las provincias de Valladolid, León y Palencia. EFE