Una reliquia de la cabeza de San Valentín sale a la calle, como cada 14 de febrero, de la Cámara de los Tesoros de la Colegiata de Toro (Zamora) para que sea venerada y irada. EFE/Mariam A. Montesinos

Devoción por San Valentín: del corazón a la cabeza de la cámara de los tesoros

Alberto Ferreras|Zamora (EFE).- La devoción por San Valentín, ese santo asociado al corazón rojo de los enamorados, lleva a la ciudad zamorana de Toro a sacar estos días, para su veneración popular, una reliquia del cráneo del santo que habitualmente se guarda en la cámara de los tesoros de su Colegiata de Santa María la Mayor.

No es la única cabeza del que fue obispo italiano, al que se atribuyeron numerosos milagros y que acabó decapitado en el siglo III, ya que según ha recordado a EFE el párroco del templo toresano, Pedro Faúndez, también existe otra reliquia del cráneo en la iglesia de San Antón de Madrid, al igual que las que se veneran en países como Italia o Polonia.

Por encima de si alguna de ellas es la auténtica o lo son todas, ya que varios los valentines mártires a los que se atribuye la onomástica, está la devoción que despiertan las reliquias.

Imagen de archivo de la Colegiata de Toro (Zamora). EFE/Mariam A Montesinos

Cráneo y cuadro

En Toro, esas reliquias que se conservan en el templo mayor del municipio desde el siglo XVI, este viernes se han sacado del lugar en el que se guardan los tesoros más preciados de la Colegiata para exponerlas en su relicario de plata hasta el domingo, bajo un cuadro de Pedro León de Senado del año 1788 que retrata a San Valentín.

Pedro Faúndez ha itido que aunque se mantiene la devoción de los toresanos por el santo de los enamorados, ésta ha decaído un tanto en los últimos años y «ha perdido un poquito el tirón».

Lo ha atribuido a que no existe una cofradía propia dedicada a San Valentín, como si la hubo hasta el siglo XVIII.

Además, la festividad coincide en fechas próximas posteriores a las de otros santos que avivan la religiosidad popular como San Blas, la fiesta de las Candelas o la de Santa Águeda, algunas de las cuales sí que cuentan con cofradías que las impulsen.

Pese a ello, los toresanos y visitantes pueden este fin de semana acceder a la emblemática iglesia que mezcla estilos gótico y románico para descubrir ese cráneo de San Valentín, al que se venerará de forma especial el domingo en la eucaristía de las 13 horas.

San Valentín no solo está asociado a los enamorados, sino que también es invocado por los que padecen dolores de cabeza o migrañas y la reliquia que se guarda en Toro tiene tras de sí una historia que ha afianzado su devoción.

Indulgencia plenaria

Llegó a Toro en el siglo XVI, cuando se autorizó al capellán del emperador Carlos I, Diego Enríquez, a llevarla al templo mayor de esta ciudad. Un siglo después el papa Inocencio XI concedió indulgencia plenaria cada siete años a todos los fieles que visitaran la capilla del santo y veneraran la reliquia; y el declive llegó al siglo siguiente, cuando se disolvió la cofradía.


Aun así, la devoción por San Valentín se mantiene en Toro y esa reliquia del cráneo sigue siendo cada 14 de febrero un símbolo de veneración, con independencia de si se está o no enamorado. EFE