Imagen de archivo de la presentación de la instalación de nidos para halcones en la ciudad de Zamora. EFE/Alfonso Rodrigo

Tromba, la halcón peregrino que se adueña de Zamora tras matar a Brisa

Zamora (EFE).- La preciada caja-nido para halcones peregrinos situada en uno de los edificios más altos de Zamora ha cambiado de dueña y en ella anida ahora una hembra bautizada con el nombre de Tromba, tras haber matado esta semana a su anterior inquilina, Brisa, y ser la nueva pareja de Viento, el macho que la alimenta.

Lo ocurrido en los últimos días, digno de un documental de avifauna, fue retransmitido en directo por una cámara instalada en la caja-nido, y pone de relieve que «la naturaleza es así, muchas veces la humanizamos y no nos damos cuenta de que es mucho más cruda de lo que imaginamos», ha declarado a EFE el integrante de la asociación Naturzamora, Alfonso Rodrigo.

Panorámica de la ciudad de Zamora. EFE/Mariam A. Montesinos

Brisa, procedente de Madrigal de las Altas Torres (Ávila) y que contaba con un GPS para seguir sus movimientos, llegó el año pasado junto a Viento a ese hogar de halcones peregrinos instalado como forma de control biológico de las palomas en Zamora.

La iniciativa la había promovido Naturzamora con apoyo del Ayuntamiento de Zamora y la colaboración de la Junta de Castilla y León como propietaria del edificio conocido como los Nuevos Ministerios y a ella se había sumado la organización naturalista SEO-Birdlife, que a finales de enero instaló una cámara web para seguir los movimientos de la pareja.

El año pasado tuvieron dos crías y este año el cortejo se había iniciado y parecía que la pareja de nuevo se reproduciría.

En enero frecuentaron la caja hasta siete halcones que se fueron al ver que estaba ocupada pero hubo uno de ellos, Tromba, que siguió merodeando por la zona y Viento comenzó a cortejarle como hacía también con Brisa, ofreciéndoles presas como regalos.

Un ataque por sorpresa

El pasado martes por la tarde, Viento obsequió a Brisa con un gorrión y mientras lo comía Tromba la pilló desprevenida y la atacó causándole graves heridas que hicieron que muriera al día siguiente.

La naturaleza ha seguido su curso y ahora es Tromba la nueva dueña de la caja nido.

Viento la alimenta mientras la corteja y este viernes se observaron los primeros atisbos de que Tromba comenzaba a escarbar el fondo del nido, indicativo de que «en pocos días, si todo va bien, debería empezar a tener huevos y a incubarlos», ha detallado el naturalista y experto en avifauna Alfonso Rodrigo.

Ha recordado que con esa caja-nido se busca que los halcones peregrinos críen en la ciudad y así «mantengan a raya» la población de palomas porque una población descontrolada de palomas puede causar daños importantes tanto en edificios históricos como en inmuebles abandonados.

Sobre el cruel destino de la hembra Brisa, Alfonso Rodrigo ha itido que él y el ornitólogo abulense Gabriel Sierra, que siguió sus primeros pasos, han sido los que más han sentido su muerte.

Orgullosos de cómo ha muerto

Aun así, «debemos estar orgullosos de que haya muerto con cuatro años y luchando por el territorio, hay que alegrarse que no haya sido por un tiro de una escopeta de caza, un tendido eléctrico, ni atropellada, ni partida por aspa de un molino eólico», ha comentado.

Su cadáver, recogido en un patio interior de un edificio hasta el que planeó desde caja-nido antes de morir, ha sido enviado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Villaralbo (Zamora) para hacer un informe que permita profundizar en el estudio de lo que le sucede a una hembra de halcón cuando es atacada por otra.

Una lucha por la supervivencia y el territorio de la que ha sido testigo en los últimos días la casa de halcones instalada en una atalaya de la ciudad de Zamora. EFE