Álvaro Rivas, cantante de Alcalá Norte, uno de los grupos del año en España, durante la entrevista con EFE tras la gira de presentación de su primer álbum, que acaba de cerrar en la sala Razzmatazz de Barcelona. EFE/Alejandro García

Alcalá Norte: «Hemos completado el primer asalto enteros, sin apéndice, pero enteros»


Barcelona, (EFE).- Álvaro Rivas, cantante de Alcalá Norte, uno de los grupos del año en España, ha señalado en una entrevista con EFE que los de la banda han «completado el primer asalto enteros», a pesar de una operación de apendicitis, al comentar la gira que acaba de cerrar en la sala Razzmatazz de Barcelona.


Barcelona fue testigo el pasado 14 de febrero del último concierto de la gira debut de Alcalá Norte, en una actuación que estaba prevista inicialmente para noviembre pero que tuvo que ser aplazado debido a una apendicitis de Álvaro Rivas, su cantante.
«Aquello nos pilló –comenta Rivas sobre su enfermedad– en un momento de la gira en el que ya habíamos completado una parte muy importante de la misma. Las cosas que teníamos que demostrar ya estaban en proceso de ser demostradas y hubo que cancelar o mover muchas fechas».

Un disco como terapia para una peritonitis


El músico ite que lo pasó mal físicamente, ya que una segunda recaída con abscesos tras una peritonitis lo dejó postrado mes y medio y que aunque «de coco» estuvo «un poco débil», todo lo que le estaba pasando estaba «tan guapo» que era fácil centrarse en que a mediados de enero volvía a su «vida guay».
«Esto me pasó diez días antes de que empezasen a salir las listas de mejores discos y eso molaba, porque tú estabas parado, pero veías que el disco seguía por sí solo protagonizando noticias y eso me tiraba para arriba», recuerda el cantante.
Una gira por todo España

Enteros tras un ‘primer asalto’


Ahora, con 50 conciertos a sus espaldas, Rivas asegura que ver el cartel con todos los bolos daba un poco de vértigo al principio, pero que hoy «mola saber» que lo han hecho pese a las dificultades: «Es esa sensación de primer asalto completado y de que estamos enteros, sin apéndice, pero enteros».
Además, los meses de gira han servido a Alcalá Norte para cumplir dos objetivos, tal y como ite el cantante: por un lado, «mejorar el show», y por el otro, entenderse como banda y como «conjunto de seres humanos a quienes les toca trabajar y convivir juntos», algo que Rivas prevé que servirá para la gira de festivales que comenzará en primavera.
Ascenso meteórico

Álvaro Rivas, cantante de Alcalá Norte, durante la entrevista con EFE sobre la gira que acaba de cerrar en Barcelona. EFE/Alejandro García


Pese a que desde la salida de ‘Alcalá Norte’, su primer disco, la banda ha pasado en pocos meses de cantar en una carpa en la calle patrocinada por el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes a cerrar una gira por las principales ciudades españolas, el viaje del grupo ha sido más complejo.


En 2020, la banda se presentó a un concurso de maquetas en el que quedó finalista: «Cuando salieron los resultados de este concurso me chiné, porque tío, había que ganarlo», recuerda Rivas.

El impulso final


Tras esto, Alcalá Norte dio una serie de conciertos en Madrid, mientras grababa el disco en paralelo: «Nos encajaron los tiempos que flipas, porque el suflé se desinflaba», asegura el cantante, quien no veía el progreso esperado con esas primeras actuaciones.
Una pieza clave en esto fue Carlos Elías, alías ‘Dr. Rock’, quien persistió en producir el disco, posteriormente se unió de forma definitiva como guitarrista y dio el impulso final para que Alcalá Norte despegara de la escena underground madrileña.

El regreso de las guitarras


«‘Dr. Rock’ insistía mucho en que teníamos que hacer el disco y en que lo que teníamos nosotros era de las pocas cosas reales que él se había encontrado en todo su ‘malasañeo’, que es bien profundo», subraya sobre esto el cantante.
El sonido de Alcalá Norte, cercano al rock y al punk, se alinea con el de una serie de bandas como Carolina Durante o Camellos, que han recuperado las guitarras ante la tiranía de lo urbano, algo que Rivas percibe con escepticismo.


«Quizás la gente de la industria, que son a los que les gustaban las guitarras hace 30 años, se han encaprichado y están subiendo a estos chavales a las tarimas para que toquen –comenta Rivas–; yo sigo expectante a ver si la gente pone el oído y realmente las guitarras vuelven, porque yo no creo que haya pasado».

La banda musical madrileña Alcalá Norte durante una charla con EFE. EFE/Anita de Chirico
La banda musical madrileña Alcalá Norte durante una charla con EFE el pasado mes de mayo. EFE/Anita de Chirico


Entre todo ese ruido de guitarras, batería, bajo y teclados, las letras de Rivas sobresalen con brillantez. En muchas de ellas, como ‘La Vida Cañón’, ‘La Calle Elfo’ o ‘La Sangre del Pobre’, aparecen los conceptos del dinero y la clase, algo que a Barbosa, el batería, «le jode» porque «a primera vista» Alcalá Norte puede parecer «una banda panfletaria».


«Si en tres canciones estoy hablando de ricos y pobres, será que tengo ahí algún trauma atravesado, aspiracional, aunque creo que es más mío», ite Rivas.

Proyectado hacia una vida de ‘esclavo’


«Yo era el típico niño que sacaba buenas notas y por el ambiente burgués en el que me moví en la adolescencia, que no es exactamente de mi casa, parecía que yo seguiría esa línea en que te vas a meter en alguna de estas industrias ultrademandantes», señala el músico.


«Con que salgas a las tres de la mañana todos los días de currar, ya vas a ganar dinero. Yo parecía proyectado hacia esa vida de esclavo del capital y aliado suyo. Me desilusioné mucho y salí de ahí, y supongo que de aquellos polvos, estos lodos, es que no lo puedo evitar», añade Rivas.


Canciones como haikus


Otra gran inspiración para el madrileño a la hora de escribir son sus lecturas, que van de Jung a Dostoyevski, pasando por Josep Maria Esquirol o Enrique Ocaña, y en las que subraya fragmentos que son susceptibles de convertirse en versos.


«Lo que más me mola de la manera en la que yo escribo ahora es que puedo escribir a haikus –explica Rivas–, luego ya queda una labor de orfebre, de escoger de una piscina llena de 50 fragmentos cuáles encajan silábicamente y quizás temáticamente como para armar una canción».

Nuevas canciones en la recámara


Sin embargo, desde hacía un tiempo Rivas había dejado de leer, algo que es «condición» para que escriba, pero tras el parón por la apendicitis lo ha retomado, por lo que ya tiene nuevas canciones en la recámara.


«Estoy muy obsesionado ahora con una que nos está costando un poco, pero en el fondo hay tres o cuatro canciones a medias. Es una columna que me mola y estoy deseando un poquito de tranquilidad para poder estar tres horas en el local probando cosas nuevas, porque tengo muchos haikus», sentencia el cantante de Alcalá Norte, dejando entrever un nuevo disco en el horizonte. EFE


Guillermo Cabellos