Barcelona (EFE).- Un estudio de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Trinity College de Dublín (Irlanda) elaborado en centros escolares de Alemania concluye que las escuelas no reducen las diferencias de aprendizaje entre niños nativos e inmigrantes, y que estos últimos suelen comenzar los estudios en desventaja.
Este estudio lo han llevado a cabo conjuntamente los profesores de la UPF Giampiero aretta y del Trinity College de Dublín (Irlanda) Jan Skopek, y lo ha publicado la revista Sociology of Education.
Ambos investigadores han analizado cómo la escolarización afecta los resultados de aprendizaje de niños inmigrantes, y concluye que «las escuelas podrían no ser tan igualadoras como se creía».
Advierten, en este sentido, que las escuelas alemanas «no reducen las diferencias de aprendizaje entre (alumnos) inmigrantes y nativos, una tesis que sirve de reflexión para las escuelas catalanas, con un patrón similar».
La desventaja de los alumnos inmigrantes
Para muchas familias inmigrantes la educación es la puerta a un futuro mejor pero, sin embargo, se indica en el estudio, «en muchos países occidentales los hijos de inmigrantes suelen comenzar la escuela en desventaja respecto a sus compañeros nativos».
Se espera que las escuelas fomenten la integración y la igualdad de oportunidades, pero los resultados del estudio cuestionan que se eliminen las diferencias de aprendizaje.
La investigación se ha centrado en Alemania, un país con una población estudiantil muy diversa, y ha examinado cómo la escolarización afecta los resultados de aprendizaje de niños de diferentes orígenes migratorios: países occidentales, la antigua Unión Soviética (URSS) y países no occidentales, como Turquía.
Cuestionan que escuelas actúen como motores de integración
Según los investigadores, los resultados de su estudio cuestionan la idea de que las escuelas actúan como motores de la integración en dos aspectos fundamentales.
En primer lugar, ningún grupo de inmigrantes se benefició más de la escolarización que los niños nacidos en el país, y esto significa que «aunque las escuelas contribuyen al aprendizaje, no reducen las diferencias de aprendizaje entre inmigrantes y nativos», explican.
En segundo lugar, entre los grupos de inmigrantes, aquellos que partían de una situación de mayor desventaja -los niños de origen no occidental- fueron los que menos se beneficiaron de la escolarización, mientras que los originarios de la antigua Unión Soviética fueron los que más ganaron.
Es decir, «las escuelas no solo no lograron reducir las diferencias con los alumnos nativos, sino que también aumentaron las disparidades entre los propios grupos de inmigrantes», aseguran.
Para los autores, estos resultados plantean importantes dudas sobre la forma en que las escuelas atienden a niños de diversos orígenes.
«Si los alumnos de familias inmigrantes no occidentales, que a menudo entran en el sistema escolar con una mayor desventaja, son los que menos se benefician de la escolarización, eso sugiere que el sistema educativo quizás no les proporciona el apoyo que necesitan para reducir las distancias existentes», reflexionan.
Extrapolar los resultados a las escuelas de Cataluña
Esta cuestión es especialmente relevante, más allá de Alemania, en países como España y, más concretamente, en Cataluña.
Los resultados recientes de PISA han puesto a las escuelas catalanas en el punto de mira, después de que Cataluña se situara entre las comunidades autónomas con peores resultados.
Esto ha suscitado un debate: ¿las escuelas catalanas no fomentan suficientemente el aprendizaje, o los malos resultados reflejan los retos a los que se enfrentan los alumnos inmigrantes?
Aunque el estudio de aretta y Skopek no ofrece respuestas directas para Cataluña, sí que aporta perspectivas de análisis.
«Las conclusiones en el contexto alemán sugieren que las escuelas sí ayudan a los alumnos a aprender, lo que significa que es poco probable que los malos resultados se deban a una ausencia de aprendizaje en la escuela», indican los autores del estudio.
No obstante, el estudio también muestra que los niños inmigrantes y los nativos se benefician de la escolarización en proporciones similares, lo que significa que las escuelas no ayudan necesariamente a los estudiantes desfavorecidos a ponerse al día».
Población inmigrante diversa
Al igual que Alemania, Cataluña tiene una población inmigrante muy diversa, con alumnos procedentes de diferentes entornos socioeconómicos.
Si las escuelas catalanas siguen un patrón similar al de las alemanas, esto podría significar que algunos grupos de inmigrantes obtienen mejores resultados y otros peores que los nativos.
En cualquier caso, apunta el investigador de la UPF, «es posible que las escuelas no estén aprovechando plenamente su potencial para ayudar a los grupos desfavorecidos a reducir esta distancia».