Barcelona (EFE).- Un estudio en el que ha participado la Universidad Pompeu Fabra (UPF) alerta que aumenta el apoyo de los hombres jóvenes de las generaciones Z y milenista a los partidos de extrema derecha, hasta situarse en más del 21 % en 2024, frente al 14 % de las mujeres jóvenes.
Este estudio, publicado recientemente en la revista Journal of European Public Policy, ha contado con la participación del profesor de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF Toni Rodon, junto con otros investigadores de las universidades Humboldt de Berlín London School of Economics y Universidad de Amsterdam.
En los resultados del estudio, se constata que crece la brecha de género entre los jóvenes europeos con respecto al voto favorable a la extrema derecha, ya que entre los hombres se sitúa en más de un 21 % en 2024 mientras que entre las mujeres es del 14 % de los mismos grupos de edad (generaciones Z y milenista).
Los resultados de las elecciones europeas de 2024
Los investigadores han partido de la base de que la extrema derecha ha tenido logros significativos en las elecciones regionales, nacionales y europeas durante los últimos años.
Mencionan, en este sentido, los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024, que demostraron que este movimiento hacia la derecha es un fenómeno creciente en estados como Alemania, Italia, Francia, o incluso España.
En estos comicios se comprobó que los votantes más jóvenes fueron quienes dieron un apoyo electoral sin precedentes a los partidos de la extrema derecha.
El estudio concluye que la brecha de género de los jóvenes en el apoyo a la derecha más radical representa un fenómeno de nueva generación, con el potencial de impactar significativamente en las sociedades europeas.
La investigación explora la ampliación de la brecha de género entre las generaciones pertenecientes a la Generación Z y los milenistas (entre los 16 y los 29 años), tanto en actitudes como en comportamientos electorales relacionados con el apoyo a la extrema derecha, que es significativamente mayor respecto a los grupos de edad adulta, media y tardía.
Según los autores, su análisis proporciona pruebas para concluir que puede haber un fenómeno sobre todo generacional, ya que «mientras que la brecha de género entre los jóvenes puede parecer reflejar factores relacionados con la edad, la magnitud de la brecha que hemos observado en nuestro estudio, sustancialmente mayor, podría estar arraigada principalmente en dinámicas generacionales más profundas».
Los autores califican el fenómeno de «contraintuitivo», ya que «muchas de las teorías predominantes que explican la brecha de género predicen la tendencia opuesta».
¿Qué puede provocar esta creciente brecha?
Los autores ofrecen diversas explicaciones sobre esta tendencia, como la relevancia de los retos económicos que pueden afectar de forma desproporcionada a los jóvenes, pero que pueden ser especialmente pronunciados para los hombres jóvenes que perciben los avances educativos y profesionales de las mujeres como «un juego de suma cero».
También pueden influir «los cambios culturales, como el cambio de las normas de género, que pueden empoderar a las mujeres jóvenes, a la vez que pueden provocar sentimientos de incertidumbre e inseguridad entre los hombres jóvenes».
Otros factores pueden ser «la oferta y la influencia de las redes sociales, con las narraciones de extrema derecha y los ‘manfluencers’ que amplifican las quejas de los hombres jóvenes y los movilizan».
Preocupación por el futuro de las democracias europeas
Los autores, que animan a hacer más investigación para explorar las causas de este fenómeno, creen que, a pesar de que su estudio se centra en las elecciones europeas, la tendencia puede extenderse a escala estatal.
Añaden, asimismo, que es probable que la brecha de género juvenil contemporánea, impulsada por los hombres de la Generación Z y los milenistas, se amplíe aún más, y que el apoyo general a la extrema derecha pueda seguir creciendo, lo que supondría «una amenaza de retroceso democrático».
Recuerdan que investigaciones previas han demostrado que la votación por primera vez y la consolidación de preferencias durante los años de formación tienen un impacto duradero en las actitudes y el comportamiento de voto más tardío a lo largo de la vida.
Esto puede hacer que «el apoyo a la extrema derecha podría aumentar drásticamente en el futuro, a medida que los votantes jóvenes de hoy envejecen», concluyen los autores del estudio.
La investigación se basa en datos de los Estudios Electorales Europeos (European Election Studies, EES), que, con un alcance de 27 países y casi 25.000 votantes, proporcionan una mayor cobertura transversal y longitudinal en comparación con otras encuestas entre países. EFE