La UPC y Vueling investigan unos nuevos combustibles sostenibles para motores de aviación

Terrassa (Barcelona), (EFE).- La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y Vueling investigan la aplicación y los posibles efectos sobre los actuales motores de los aviones de unos nuevos combustibles sostenibles, elaborados de forma sintética, con purines u otros elementos, lo que reduce las emisiones de CO2.

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Así lo han explicado en una rueda de prensa este jueves responsables de Vueling y del grupo de investigación ‘Turbulence and Aerodynamics in Mechanical and Aerospace Engeenering Group’ (TUAREG), de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aerospacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT de sus siglas en catalán) de la UPC.


Los combustibles en cuestión, que se están probando en turborreactores de laboratorio, se denominan SAF (de las siglas en inglés ‘Sustainable Aviation Fuel’) y provienen de fuentes renovables y no fósiles.


Así, permiten reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero a causa de la actividad del sector de la aviación, que actualmente supone un 2 % de la producción de dióxido de carbono anual a nivel planetario.


Los SAF se pueden producir de dos formas distintas: por un lado, a través de desechos orgánicos, como los residuos urbanos y forestales, y por otro, de forma sintética, con la captura de CO2 de la atmósfera, lo que permite una reducción de las emisiones.


Ambos procesos usan fuentes de hidrógeno verde, obtenido a través de la hidrólisis del agua (la separación de la molécula de agua en átomos de hidrógeno y de oxígeno), lo que es una fuente renovable y limpia, siempre y cuando se use electricidad obtenida también de fuentes renovables.

Estudiar los efectos en los motores del uso de SAF


El responsable del proyecto e investigador de TUAREG, Manel Soria, ha explicado en una rueda de prensa en Terrassa (Barcelona) que el objetivo de la investigación es estudiar «las diferencias de funcionamiento de los motores cuando se utiliza un combustible convencional con respecto a cuando se usa un SAF».


También analizarán otros parámetros como temperaturas, caudales de aire y el empuje, para validar si el SAF probado reúne las características necesarias para su posible certificación por la ASTM (la organización internacional que desarrolla las normas técnicas para productos, procesos y servicios de la aviación) y otros organismos de control en la aviación.


En concreto, con este proyecto están probando un SAF sintético y otro orgánico, elaborado a partir de purines de la ganadería y el guayule (una planta que crece en zonas desérticas).


De momento, «los primeros resultados son buenos», ha celebrado Soria, que calificado los SAF como «la solución más inmediata» para reducir la huella de carbono del sector de la aviación: «No es una solución perfecta, pero es un primer paso», ha añadido.

Utilizar los nuevos combustibles sin cambiar los aviones


Por su parte, el director de sostenibilidad de Vueling, Franc Sanmartí, ha destacado que «la mayor ventaja (de los SAF) es que se pueden usar en los aviones actuales sin tener que hacer ninguna modificación», ha asegurado.


En este sentido, ha añadido que Vueling ya usa SAF autorizados «de manera voluntaria» en un 1,4 % del total de sus operaciones.
Sin embargo, el gran reto es mejorar la producción de estos combustibles sostenibles, ha afirmado Sanmartí, pues actualmente la oferta solo cubre un 1,3 % de la demanda actual y el precio multiplica por 3 o por 5 el de los combustibles fósiles convencionales, ha explicado.


Por ello, el directivo de la aerolínea ha pedido «incentivos» y «colaboración público-privada» para fomentar el desarrollo de este tipo de productos.


Una oportunidad para crear una nueva industria


Sanmartí ha considerado que es un «win-win (ganancia) cuádruple», puesto que «es una oportunidad para descarbonizar la aviación, para crear una nueva industria, para fomentar una economía circular y para convertir en un país con independencia energética», ha explicado.


Vueling calcula que, en caso de apostar por la producción de SAF en Cataluña, se generarían 10.640 millones de euros en el Producto Interior Bruto (PIB) de la región y se crearían 41.619 puestos de trabajo repartidos en tres plantas de producción. EFE