La Cátedra Ferrater Mora de la Universidad de Girona (UdG) ha organizado este miércoles una lectura de fragmentos de algunos de los libros que los nazis quemaron el 10 de mayo de 1933 en su histórica 'purga' literaria, con el objetivo de reivindicar el librepensamiento en un momento de actualidad convulsa. EFE/David Borrat.

Lectura de libros quemados por nazis para reivindicar el librepensamiento

Girona (EFE).- La Cátedra Ferrater Mora de la Universidad de Girona (UdG) ha organizado este miércoles una lectura de fragmentos de algunos de los libros que los nazis quemaron el 10 de mayo de 1933 en su histórica ‘purga’ literaria, con el objetivo de reivindicar el librepensamiento en un momento de actualidad convulsa.

El director de esta cátedra, Joan Vergés, ha sido el encargado de la primera lectura, un pasaje de una obra de Bertolt Bretch, y, previamente, ha explicado que esta acción, titulada ‘El fuego que no quema’, parte de una idea del fallecido filósofo y político Josep Maria Terricabras.

Vergés ha señalado que «los aires de la historia se están enrareciendo por diferentes razones y en diferentes contextos» y ha asegurado que «la gente que trabaja en la universidad es víctima de un cierto grado de persecución» en diferentes partes del mundo.

El 10 de mayo de 1933

El historiador de la UdG Maxi Fuentes, que dirige la Cátedra Walter Benjamin, ha puesto en contexto el momento de la quema de los libros el 10 de mayo de 1933 tanto en Berlín como en otras veintinueve ciudades alemanas.

Fuentes, que a su vez es concejal socialista en el Ayuntamiento de Girona, ha considerado que actos como el de este miércoles reconcilian «con lo que debería ser la universidad».

Lo nazis organizaron aquellas quemas públicas de libros por considerar que perjudicaban el destino y la esencia del pueblo alemán tras confeccionar una lista negra con nombres como los de Bretch, Franz Kafka, Rosa Luxemburgo o Marx Engels.

Precisamente, un texto de Kafka ha sido el escogido por Clara Terricabras, hija de Josep Maria Terricabras, que ha lamentado los pocos nombres de autoras por la marginación que sufrían las mujeres.

El acto se ha llevado a cabo en el Claustro de la Facultad de Letras de la UdG, donde el artista Miquel Garcia ha elaborado una obra, ‘List of burned books in in 1933’, con una técnica en la que el fuego desvelada los nombres de los escritores prohibidos y de sus libros.