Las Palmas de Gran Canaria, 24 feb (EFE).- El presidente canario, Fernando Clavijo, ha anunciado este lunes una próxima línea de ayudas al sector regional de la microelectrónica y los semiconductores, que ya vende a Corea del Sur, Japón, Países Bajos o EEUU máquinas con las que se fabrican, y al que se pretende agrupar en un clúster.
El potencial de esta industria emergente, liderada, básicamente, por empresas creadas en las universidades públicas del archipiélago y por otras radicadas en las islas atraídas, en buena medida, por sus incentivos fiscales, ha quedado de manifiesto en un encuentro promovido por la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) para promover su desarrollo y consensuar oportunidades estratégicas.
Clavijo ha reconocido «los pasos que está dando el archipiélago para consolidar un ecosistema donde confluyen la excelencia académica, la innovación científica y el empuje de su tejido empresarial».
También ha destacado la importancia de centros de referencia internacional, como el Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el IDeTIC de la ULPGC y el Grupo de Nanomateriales y Espectroscopia de la Universidad de La Laguna (ULL), que lideran la transferencia de I+D al sector privado y participan en proyectos europeos estratégicos.
Este sector genera actualmente más de 700 empleos de alta cualificación, un volumen de negocio cercano a los 78 millones de euros y mantiene vínculos sólidos con multinacionales e inversores estratégicos. Además, la comunidad científica suma más de 110 profesionales dedicados al área de la microelectrónica y los semiconductores.
Antes de intervenir en esta jornadas, el director general de la empresa Wooptix y director de la Oficina de Transferencia de la ULL, José Manuel Rodríguez, ha explicado a los periodistas que las diez entidades que conforman CanaryChip, asociación que reúne a todas las empresas del sector, asesoran al Ejecutivo regional en «cómo hacer las convocatorias, cómo invertir y en qué sectores, para priorizar porque saben que no se puede disparar a todas partes a la vez».
Esa estrategia ha permitido conseguir financiación del Gobierno español para dos empresas canarias, WiMMIC (ULPGC) y Wooptix (ULL) que, conscientes de que Canarias no está preparada para fabricar estos componentes, por sus grandes problemas de logística y por carecer del volumen de agua dulce que precisa su fabricación, se han especializado en construir las máquinas que ayudan a hacer chips, ha explicado.
«Nunca va a haber una fábrica de chips en Canarias, pero sí que podemos tener toda la maquinaria alrededor, que se basa en tecnología que podemos desarrollar con la materia gris de nuestros egresados universitarios, y creemos que eso sí es factible hacerlo, incluso en Zona Franca, porque ahí tenemos descuentos respecto a aduanas e impuestos. Además, las empresas radicadas en Zona ZEC sólo tributan al 4 %, es decir, somos muy competitivos con el extranjero», ha referido.
A su juicio, el problema es que «no hay tejido industrial que apoye los desarrollos».
El trabajo desarrollado por estas empresas emergentes ya ha permitido vender este tipo de máquinas, «que miden con precisión subnanométrica y funcionan bastante bien», a Corea, Japón, Países Bajos y Estados Unidos, y en breve saldrá otra para Taiwán.
«La idea ahora es que esas máquinas de laboratorio que hemos vendido y que necesitan personal humano para cargarlas con las obleas se automaticen, sean robotizadas. Tenemos preparada la versión, que estará lista en marzo y pensamos anunciarla en junio o julio, cuando le hayamos hecho todos los test adecuados», ha avanzado.
Rodríguez ha subrayado que el sector canario de los semiconductores «está siendo atractivo para el talento extranjero», si bien «necesita asegurar la logística en Canarias para poder hacer los planes de desarrollo de la fabricación en las islas, que es lo que permitiría tener controlado el conocimiento del desarrollo, no sólo el algorítmico».
El gerente de la asociación española de la industria de semiconductores, Alfonso Gabarrón, ha estimado que en el desarrollo de este sector, estratégico para el país, las comunidades autónomas juegan un papel fundamental, al tiempo que ha asegurado que el desconocimiento que ha imperado hasta ahora en su seno ha impedido desarrollar proyectos empresariales conjuntos, «lo que nos ha hecho perder competitividad».
Además de profundizar en esas colaboraciones, ha considerado que sus representantes deben «creerse que, de verdad, España tiene una posición en este ámbito».
«Somo un país puntero en aspectos como la metrología, España tiene capacidades propias como para estar posicionada a nivel internacional hoy en día», ha aseverado.
Gabarrón ha insistido en la necesidad de apostar y potenciar las empresas y universidades públicas canarias, ya que están «entre las más potentes del país» en el ámbito de los semiconductores, porque, de lo contrario, no vamos a ser capaces de competir con lo que está pasando en nuestro contexto».
En España, medio centenar de universidades trabajan en el sector de los semiconductores y más de 250 empresas, la mayoría emergentes, en diseño y fabricación, y «hay que hacer un especial énfasis en ayudar a esos pequeños emprendedores para que salgan adelante, porque eso es lo que hará que el día de mañana sigamos teniendo joyas como las que hay hoy en Canarias», ha apostillado. EFE
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