Varias decenas de estudiantes que participan en la Acampada por Palestina de Madrid en la Universidad Complutense. EFE/Juliana Leao

La Acampada por Palestina de Madrid se levanta y llevará su lucha a comités universitarios

Madrid (EFE).- La Acampada interuniversitaria por Palestina de Madrid ha anunciado este viernes que se levanta de la explanada de la Universidad Complutense (UCM) después de varias semanas de protestas, pero advierte que «no es un final» porque la lucha seguirá con «comités en cada una de las universidades».

Tras un mes de acampada, que empezó el 7 de mayo, «hemos visto la necesidad de evolucionar hacia un nuevo modelo. El formato acampada nos ha servido para que toda la población madrileña y del estado ponga sus ojos en nosotras y en la propia lucha del pueblo palestino», han dicho los portavoces.

«Debemos transformarnos hacia la creación de comités universitarios por Palestina capaces de extender la lucha a todas las facultades madrileñas. Lo decimos bien claro: Esto no es un final. La movilización por el pueblo palestino en las universidades no ha hecho más que empezar», han afirmado.

Plan para Palestina de la UCM

La decisión se produce después que la UCM haya publicado su Plan para Palestina, que contiene algunos avances respecto al comunicado de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) del 9 de mayo, y tras comprometerse el rector, Joaquín Goyache, a estudiar los vínculos militares de universidades israelíes y a trasladar al Banco Santander su «preocupación» por la financiación de la industria armamentística de Israel.

En el manifiesto leído, aseguran que las universidades madrileñas son «cómplices de la masacre» y que los acuerdos universitarios, además de «blanquear y legitimar el genocidio, aportan mano de obra a la industria israelí y desarrollan tecnología que se emplea en la colonización, apartheid y exterminio del pueblo palestino».

También consideran «lamentable y totalmente insuficiente» el comunicado de la CRUE, y al Gobierno español de «fiel lacayo del imperialismo estadounidense y de la OTAN, manteniendo, con el conjunto de la UE, las relaciones comerciales preferentes con Israel y el comercio de armas».

Creen que el Gobierno de España, presionado por el movimiento popular y las acampadas, «se ha visto obligado a reaccionar y tomar algunas medidas cosméticas», como reconocer el Estado Palestino o personarse en el juicio contra Israel en la Corte Internacional de Justicia.

Intervención de la policía

«Nada de esto habría sido posible sin el empuje del movimiento del que nos sentimos parte», han dicho antes de reprochar al Gobierno la «represión» el jueves de una protesta en la avenida Complutense, donde 92 estudiantes fueron identificados durante una sentada que cortaba la circulación, al cumplirse el ultimátum que dieron a las universidades para responder a sus demandas.

Este Gobierno, que se «presenta a las elecciones como bastión frente a la extrema derecha, mandó nada menos que 18 furgones de antidisturbios a echarnos. Todo el mundo ha visto la manera violenta con la que nos trataron. Hay personas que acabaron ayer con esguinces, ruptura de huesos y otras lesiones», aseguran.

Uno de los manifestantes, Elvis Moreno, ha detallado los golpes recibidos, de una «violencia innecesaria contra unas estudiantes que estaban ejerciendo su legítimo derecho a la protesta en un acto de desobediencia civil no violenta».

Y consideran que otra violencia «más silenciosa pero también devastadora es la que toma forma de multas» a los 92 identificados, con sanciones istrativas que hasta 60.000 euros en total.

Los estudiantes han afirmado que pedirán donaciones solidarias y que si recaudan más de lo necesario entregarán esa cantidad para la reconstrucción en Gaza.

Un olivo en el monumentos a las Brigadas Internacionales

Han reivindicado que la ola de solidaridad con Palestina se ha traducido en manifestaciones masivas, «como las convocadas por la RESCOP (Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina) en más de cien municipios. También los boicots a empresas que financian el Estado israelí, como Carrefour».

El movimiento estudiantil añade que será «un pilar fundamental en el más amplio movimiento internacionalista propalestino» porque «lamentablemente, el genocidio continúa» -dice- en «una de las mayores tragedias del siglo veintiuno».

Tras la rueda de prensa un grupo de estudiantes han plantado un olivo al pie del monumento a las Brigadas Internacionales.