València (EFE).- Hay una idea que planea sobre toda la obra del escritor y periodista Jesús Terrés: no dejarse nada por vivir ni por decir, y es también la que hilvana su nuevo libro, «Vivir sin miedo», donde comparte «chachitos de intimidad» e invita a vivir las emociones y convivir con el miedo.
‘Vivir sin miedo’ (Destino) recopila algunas de las cartas que Terrés (València, 1977) envía cada sábado desde hace casi cinco años a más de 35.000 lectores, y que giran en torno a la búsqueda de la felicidad en las pequeñas cosas, la valentía para ser uno mismo y la capacidad de encontrar luz en cada grieta.
En una entrevista con EFE con motivo de la publicación del libro este miércoles, Terrés afirma que en esas cartas semanales utiliza su vida como excusa para contar algo, «casi siempre ligado a lo emocional» y hacer partícipe al lector de los lugares emocionales a los que llega.

No dejarse nada por vivir
Eligió el título porque refleja una idea que vehicula todo lo que escribe: «vivir intensamente» y «no dejarte nada por vivir ni por decir». «Es como lanzarte a la piscina. Si estás dudando, hazlo. Ante la duda, camina, anda, haz», defiende.
Pero reconoce que no se puede vivir sin miedo, que en realidad es algo con lo que se convive y con lo que puedes llevarte bien. «A lo largo de mi vida, yo he tenido miedo a muchas cosas y un descubrimiento que hace uno con la edad es que el miedo existe y no pasa nada, está ahí, convives con él», afirma.
Firme defensor de disfrutar de las pequeñas cosas y de vivir lento, declara que lo primero lo practica pero lo segundo no lo ha logrado todavía, aunque cree que se puede y que es una elección personal.
No le preocupa que alguien pueda considerar egoísta o frívola su preocupación por cosas pequeñas como el color de las zapatillas que se va a comprar o el aceite que le va a poner a la tostada, pues cree que en la vida cabe esa ambivalencia.
«Se puede estar muy preocupado por el aceite de oliva y por que Trump haya ganado», asegura. «En la vida caben las dos cosas, cabe lo frívolo y lo profundo. Es absurdo elegir entre Bergman y Telecinco, caben las dos cosas, en la vida hay hueco para las dos», defiende.

Conectar con las emociones
El libro arranca con el primer artículo de su ‘newslewtter’, escrito y enviado a finales de marzo de 2020, en los inicios de la pandemia de covid y cuando se había decretado el confinamiento de la población.
«Era un momento en el que teníamos muchísimo miedo» y en el que «cada amanecer era una oportunidad para vivir», recuerda, aunque después de cinco años de aquella experiencia, que en teoría nos iba a hacer mejores, cree que no hemos aprendido nada o se nos ha olvidado todo.
«Creo que las personas que están conectadas con sus emociones aprovechan cada traspiés de su vida para aprender, sea una dana, un covid, un divorcio o un cáncer y las personas que no, no», señala, y añade que, según su experiencia, la mayoría de la gente, al menos en su entorno, no está conectada con sus emociones.
El libro sigue un orden cronológico, en el que junto a su equipo editorial ha hecho «un trabajo bonsai» de ir observando y podando para dejar aquellos relatos que eran importantes para él, que «dicen cosas», que aportan y que funcionan.
Terrés se declara «superegoísta» a la hora de escribir, pues no piensa en las personas que van a leerle, y menos aún, en que lo harán 35.000 personas porque eso, dice, le generaría «un poquito de ansiedad» y le haría plantearse si puede molestar a alguien con algo de lo que cuenta.
«Escribo para mí, porque me gusta, me sienta bien expresar lo que lo que me quema, lo que me atraviesa», asegura, y aunque anhela y desea que al lector le llegue lo que escribe, no piensa en el destinatario final mientras escribe, pues esa es «la única manera de ser libre».
Terrés cree que la vida está «llena de temas» sobre los que escribir o reflexionar, y es de esas personas que anota ideas en el móvil, en libretas, en hojas de papel, en servilletas o en su cabeza porque piensa que «hay una historia en casi todas partes».