València (EFE).- El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha afirmado este jueves que no se ha planteado dimitir por su gestión de la dana del 29 de octubre en la que murieron 227 personas, y ha aseverado que «deben dimitir los que han mentido, los que no informaron (de la situación) del barranco del Poyo».
Lo ha señalado así a preguntas de los periodistas a su llegada a un acto sobre educación en el Palau de Les Arts de València, donde ha recibido de algunos de los asistentes al acto gritos de ‘Mazón dimisión» y ‘fuera’.

Mazón ha insistido en que la pregunta de quién tiene que dimitir hay que hacérsela «a los que no avisaron de la crecida mortal del barranco del Poyo o a los que están mintiendo permanentemente» sobre su paradero esa tarde y que a su juicio han dejado «acreditado».
«El president estaba atendiendo llamadas permanentemente»
Ha defendido que este miércoles ya dio explicaciones sobre la hora a la que llegó al Centro de Emergencias de la Generalitat para la reunión del Cecopi -dijo que fue a las 20.28 horas- y ha hecho hincapié en que «los que no avisaron» de la «letal crecida» del barranco del Poyo «son los que tienen que plantearse su situación».
Mazón ha aludido a los que ha quedado «acreditado» que «han mentido» sobre dónde estaba él el día de la dana, sobre si estaba incomunicado o sobre que le habían visto a una hora concreta en el Cecopi: «Son ellos los que tienen que decir cómo es posible que estén mintiendo permanentemente».
«El president estaba atendiendo llamadas permanentemente, estaba comunicado, más de dieciséis llamadas atendiendo y estando pendiente, que me procedían de un órgano (en alusión al Cecopi) al que yo no pertenecía, que estaba tomando las decisiones técnicas en función de la información que tenía y nunca recibió información del desborde del barranco del Poyo, que fue letal, que es la que causó las muertes», ha afirmado.
Mazón, quien a la pregunta de si tiene móvil personal ha dicho que no, ha instado a quienes no informaron de la subida del barranco del Poyo a «que dejen de mentir ya», y no ha respondido a la pregunta de si su situación es insostenible.
La exconsellera dice que no se esperó a nadie
Por su parte, la exconsellera de Justicia e Interior de la Comunitat Valenciana Salomé Pradas ha revelado este jueves que se siente «muy tocada anímicamente» tras la tragedia de la dana y especialmente dolida por «las mentiras y medias verdades que escucha», entre ellas las relacionadas con el mensaje Es-Alert, para cuyo envío asegura que «no se esperó a nadie».
«Soy consciente de que aquel día yo era la representante de la Generalitat, lo asumo. Pero allí había mucha más gente. Eso era una emergencia y las emergencias se dirigen por técnicos, como toda la vida», ha insistido Pradas en declaraciones a EFE.
«Se nos avisó de que venía una gota fría, no el fin del mundo», ha señalado la exconsellera para añadir que «no se puede actuar sobre lo que no conoces» ante la «evidente falta de información» que hubo durante aquel 29 de octubre.