Madrid (EFE).- La tragedia de la dana de Valencia «era previsible y esperable y se podía haber evitado», ha asegurado el ingeniero y experto en obras públicas Francisco Javier Sánchez Caro, quien ha recordado que en la cuenca mediterránea «los ríos son muy peligrosos e ignorarlo es una peligrosidad».
Sánchez Caro es director técnico de GEOtecnia de Proyectos y Obras (GEOprob) y ha hablado ante la comisión de investigación de la dana en el Senado sobre las circunstancias que influyeron en la catástrofe del pasado 29 de octubre, así como de la gestión llevada a cabo por las distintas istraciones implicadas y posibles actuaciones para la recuperación y prevención de futuras riadas.
Ha remarcado que la tragedia en Valencia «se podía haber evitado» porque las gotas frías, hoy denominadas depresiones aisladas en niveles altos (dana) de otoño, suceden periódicamente cada 20 o 25 años.

«Esto era previsible y esperable»
«Esto era previsible y esperable», porque en la cuenca mediterránea existen «ríos cortos con pendientes grandes, como el río Ebro, con un caudal medio pero que pueden multiplicar el caudal hasta por quince» en episodios de gota fría.
Una situación que resulta «perfectamente conocida por el Estado, con las áreas con riesgo potencial significativo» de inundación recogidas en los planes hidrológicos.
«Nosotros no tenemos ríos normales en la cuenca mediterránea, tenemos ríos muy peligrosos, ignorarlo es una peligrosidad», ha incidido, y ha subrayado que los habitantes de la región mediterránea «no son conscientes de que viven en una región altamente peligrosa, la de mayor riesgo» de España.
Sánchez Caro ha recordado que la conocida como la «nueva cultura del agua» llevó a trasladar la Dirección del Agua, dependiente en su día del Ministerio de Fomento al Ministerio de Medio Ambiente, hoy de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Es como «si hubiera un enfrentamiento entre obras públicas y medio ambiente», ha dicho, y ha considerado que «hay que quitarle la competencia al Ministerio de Transición Ecológica y dársela a los técnicos, más allá de las ideologías políticas».

Para prevenir inundaciones, adoptar medidas estructurales y no estructurales
En su opinión, resulta necesario «adoptar medidas estructurales, como presas y encauzamientos de ríos, para prevenir las inundaciones, y no estructurales, como actuaciones ambientales y de urbanismo», pero cada una en «escenarios respectivos y distintos».
Son obras que deben ir enfocadas en «salvar la vida de las personas», porque «las obras estructurales son las únicas que pueden salvar vidas, porque no evitan el caudal pero previenen» y los técnicos son los que deben estar a cargo de esas obras, para evitar tragedias como la de 2024 en Valencia, que «no ha sido la más grave».
«Lo único que protege a una población son las obras hidráulicas. Se puede decir de muchas maneras, pero si no se hacen obras esto volverá a suceder», ha alertado, y ha señalado que es necesario «acometer obras de manera urgente, todo lo que no se ha construido en veinte años».
Sobre la gestión de la catástrofe, ha opinado que resultó «un desastre» y ha añadido que hubiera ido «mejor si cada organismo hubiera adoptado sus decisiones».
Hubo «falta de logística, falta de mando único y de coordinación y de competencia, porque los políticos no tienen competencia en estas cuestiones», ha manifestado, aunque no ha querido calificar las responsabilidades políticas, en respuesta a una pregunta del senador Enric Xavier Morera Català (GPIC).

Ingeniero, sobre la dana: Es «imprudente» gestionar el riesgo de inundaciones solo con obra verde
Por su parte, el ingeniero de Caminos Teodoro Velázquez ha asegurado este lunes que es «imprudente» gestionar el control de inundaciones en zonas de «grave riesgo» como el bajo Turia solo con obras verdes y ha acusado al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) de no haber ejecutado las grandes obras hidráulicas previstas.
Dichas obras habrían salvado vidas en la dana de Valencia, ha añadido el experto, que ha comparecido en la Comisión del Senado para esclarecer datos sobre dicha tragedia.
Según la Ley de Aguas, las obras hidráulicas de interés general del Estado son competencia de la istración General del Estado, que las podrá ejecutar a través del Miteco directamente, bien a través de sus propios medios o a través de las Confederaciones hidrográficas, ha recordado el ingeniero.
Estaban previstas 23 medidas estructurales que no se han ejecutado, ha lamentado el experto especialista en la cuenca del Júcar.
Y es que el riesgo existe en la zona afectada por la dana, en algunos casos con niveles de gravedad, y eso lo sabían de antemano, como además está recogido en la normativa, «clara» en el diagnóstico y medidas para la prevención de inundaciones.
«No dejar al río libre que funcione por donde quiera»
«Lo que tienen que hacer las istraciones Públicas es coordinarse y ejecutar las medidas que pueden impedir» inundaciones; en una zona de riesgo extremo la afectada y eso solo lo puede disminuir las obras hidráulicas, ha insistido.
El Colegio de Ingenieros de Caminos están lanzando mensajes continuamente a favor de se hagan este tipo de obras, ha recordado. Sin embargo, «no se ha hecho una presa en todo el siglo XXI», ha advertido el experto.
Ha criticado varias veces «la poca prudencia» de la istración al hacer solo medidas verdes en la zona roja» de riesgos de inundación afectada por la dana, en donde deberían utilizarse todas las acciones posibles para evitarlo, ha añadido.
Desde el 2016 al 2027 se va a hacer solo un 10 % de lo necesario, según los datos públicos disponibles, ha añadido el experto
«No podemos dejar al río libre que funcione por donde quiera», eso esta muy bien para hacerlo cuando se pueda y donde sea posible, pero no es lo fundamental, al menos en zonas de tanto riesgo.