Jose Oliva
Barcelona (EFE).- El escritor islandés Arnaldur Indridason, que ha publicado su primera incursión en la novela histórica, ‘El rey y el relojero’, ha confesado este lunes en una entrevista con EFE que, aunque escribe para los islandeses, se ha dado cuenta de que al final lo hace «para todo el mundo».
Indridason comenta que «ha sido muy placentero pasar a una novela histórica, por formación en Historia, y por interés en el pasado, algo que se puede ver en todas mis novelas», ha dicho.
«Curiosamente, siempre he escrito para los lectores islandeses, y cuanto más te empeñas en ello, más te das cuenta de que estás escribiendo para todo el mundo», ha señalado.
Veinte millones de ejemplares vendidos
Y prueba de ello es que sus novelas han vendido más de veinte millones de ejemplares y han sido traducidas a más de 40 idiomas.
‘El rey y el relojero’ (RBA) se sitúa en el Copenhague del siglo XVIII, donde un relojero de origen islandés repara un reloj astronómico de más de doscientos años de antigüedad en el palacio real, y allí recibe la visita del monarca danés, Cristian VII, que acusado de ser mentalmente inestable, ha sido apartado del trono por su propio hijo, relata el autor.
«Me resultó muy fácil construir la narrativa, los personajes, la historia, pues salió prácticamente escrita de mi cabeza», comenta Indridason, quien confirma que «realmente existió un relojero islandés en el Copenhague de la época que se dice que reparó esa creación de Isaac Habrecht, pero nunca se encontró con el rey de Dinamarca, que es una invención poética».
Al escritor de novela negra islandés más conocido le atrajo la figura de ese relojero, del que había pocas referencias, y mezcló su historia con la de otro relojero cuyo padre había sido ejecutado por orden del rey por infringir la ley matrimonial, «por tanto, todo lo que se narra sobre Islandia con la ejecución de los padres del protagonista, Jón Sívertsen, se basa en material real».

Un relojero islandés en la corte danesa del siglo XVIII
Desde el principio, Indridason se sintió cautivado por la posibilidad de juntar al relojero, hijo de los padres ejecutados, con el rey, que fue quien firmó la orden de ejecución.
Comenta el escritor que detrás de la novela hay «mucha investigación, visitas a todos los fiordos del este de Islandia, y paseos por las calles de Copenhague para recrear la historia, y todo se completó con ver el reloj, que se puede contemplar en uno de los palacios reales daneses.
El autor se encontró con «la suerte de que el rey Cristian VII era «un personaje muy colorido y especial, con una infancia difícil y problemas psíquicos que le conducen a perder el poder en manos de su hijo».
Cristian VII, un rey colérico e inestable
El novelista debe luchar contra los ataques de cólera y la imprevisibilidad del monarca: «Cuando el relojero comienza a explicarle su historia familiar, de cómo fueron ejecutados sus padres, lo tiene que hacer con mucho cuidado, porque se si se pasa de la raya, corre el peligro de recibir un castigo».
Esto hace, añade Indridason, que «la novela vaya también sobre cómo contar la verdad a un hombre que no la quiere escuchar y está en condiciones de castigarle por ello», pero «el relojero, sin saberlo, está destapando una historia que afecta a la paternidad del propio rey».
Y por eso, no es consciente de por qué el rey está más irritado y exaltado a medida que le va contando el caso islandés de sus padres y la ejecución.

Cree Indridason que esta historia podrá interesar fuera de sus fronteras, porque «hoy Islandia es muy popular para visitar como turista, para ver la naturaleza, experimentar el silencio y por el aire puro, pero los extranjeros no saben que a lo largo de los siglos ha sido sumamente difícil vivir allí, es un país sumamente inhóspito, y además hay terremotos, erupciones volcánicas, han habido muchas hambrunas y muertes».
En tiempos de Cristian VII hubo momentos en que solo habitaban la isla 30.000 personas, e incluso surgieron ideas de trasladar a toda la población de la isla, pero por suerte, los daneses desistieron de esa idea y sobrevivimos y aguantamos y ahora somos un país moderno y económicamente próspero, apunta.
Nueva novela histórica sobre el poeta Jonas Hallgrimsson
Indridason no tiene intención de abandonar la novela negra y a su popular inspector Erlendur, pero acaba de publicar en Islandia una nueva novela histórica, que trata sobre el poeta islandés más conocido y querido del siglo XIX, Jonas Hallgrimsson, que sufrió un accidente, se rompió una pierna en una escalera y murió tres días más tarde.
«Durante su estancia en el hospital de Copenhague el poeta rememora tiempos pasados, cuando era joven en Islandia, y recuerda a un joven pastor que desapareció y nunca más se supo de él, una trama que le permite afrontar su «combinación preferida», Historia y crimen.