Redacción Deportes (EFE).- Con igualdades por la mínima entre Millonarios y Flamengo y Cobresal y Barcelona, empezó este martes la andadura de los grupos E y C de la Copa Libertadores.
En Bogotá, Flamengo inició ganando al minuto 64 con gol de penal que anotó Pedro, el segundo mayor anotador vigente del Mengao en el certamen. Los embajadores igualaron al minuto 79 a través del centrocampista Daniel Ruiz, de 22 años, quien un minuto había ingresado.
En la desértica y norteña ciudad chilena de Calama, Cobresal igualó al minuto 91 con un penal que anotó Leonardo Valencia. Barcelona se había adelantado al minuto 52 también con un cobro desde los once metros que materializó el atacante Francisco Fydriszewski.
Un conocedor del fútbol brasileño arruina un invicto
Daniel Ruiz, el centrocampista que hoy devolvió a la vida a Millonarios cuando parecía tener todo perdido ante Flamengo en Bogotá, es un conocedor del fútbol brasileño, pues el año pasado tuvo un fugaz paso por el club Santos.
Ruiz jugó entonces 19 partidos y fue devuelto a Millonarios debido a sus problemas de adaptación.

Perfectamente acoplado al club capitalino, Ruiz saltó del banco para marcar sobre el fin el gol del empate 1-1 cuando su equipo jugaba con diez jugadores por la expusión del mediocentro Larry, quien ocasionó el penalti que derivó en el gol anotado por Pedro.
Pero más allá del gol, Ruiz marcó un hito, pues puso fin a un largo periodo de Flamengo sin recibir goles bajo el mando del exseleccionador Tite.
El portero Rossi mantuvo su portería imbatida durante 1.134 minutos. Hasta que apareció Ruiz.
Fydriszewski, gol de penalti y penalti que costó un gol

En el amanecer del segundo tiempo el VAR concedió un penalti a los Zorros del Desierto de Calama por una mano del volante Franco Betchtholdt, y con calidad el delantero argentino Francisco Fydriszewski anotó para poner adelante al Barcelona.
La noche pintaba para coronar como héroe al ‘Polaco’ Fydriszewski, nacido hace 30 años en Rosario, pero cuando el reloj marcaba 91 minutos, una mano suya, derivó en el penalti que permitió al equipo chileno igualar 1-1 en la agonía y que convirtió Leonardo Valencia.
De héroe a villano. Y un partido que se definió en un auténtico ‘mano a mano’