Sinner se alza con su primer Másters de Shanghái tras vencer a Djokovic en la final. EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI

Sinner se alza con su primer Másters de Shanghái tras vencer a Djokovic en la final

Shanghái (China) (EFE).- El mejor tenista del momento, el italiano Jannik Sinner, celebró que oficialmente acabará el año como número 1 del ‘ranking’ mundial imponiéndose en la final del Másters 1.000 de Shanghái al actual número 4 de la tabla y más veces campeón de este torneo, el serbio Novak Djokovic.

Tras vencer por 7-6 (4) y 6-3 en una hora y 37 minutos, Sinner logra alzarse con este trofeo por primera vez y suma el séptimo título de la temporada para alcanzar un total de 17 desde que se convirtió en profesional.

Al acceder a la final, Djokovic buscaba el trofeo número 100 de su carrera y su quinto en Shanghái tras los de 2012, 2013, 2015 y 2018. Al serbio, que mantiene un largo idilio con los aficionados chinos, le sigue con 3 entorchados el británico Andy Murray, el cual colgó la raqueta este mismo año.

Djokovic se ve capaz de codearse con los grandes

El actual número 4 del tenis mundial, el serbio Novak Djokovic, aseguró que, a sus 37 años, todavía se ve al nivel necesario para jugar contra figuras emergentes como el italiano Jannik Sinner, mejor jugador del año, quien le venció hoy en la final del Másters 1.000 de Shanghái.

«En este torneo ha estado a mi mejor nivel desde los Juegos Olímpicos (ganó la medalla de oro en individuales), y hoy lo hice lo mejor que pude teniendo en cuenta que no estaba 100 % fresco. Jugué bastante bien, y eso me hace creer que todavía puedo jugar contra los mejores del mundo a este nivel», indicó en rueda de prensa.

SINNER VENCE SHANGHAI
El serbio Novak Djokovic. EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI

«Ha jugado los puntos clave mejor que yo, y eso ha marcado la diferencia. Ha ganado merecidamente, ha estado muy fuerte», reconoció el serbio.

Preguntado sobre qué aspectos del juego del italiano le recuerdan al suyo propio, el cuatro veces campeón en Shanghái elogió las mejoras en su saque, su agresividad y, sobre todo, la capacidad para «tratar de asfixiar al oponente»: «Siempre quieres que el rival se sienta bajo presión, y él lo consigue».