Davos (Suiza) (EFE).- El primer ministro chino, Li Qiang, avanzó hoy que la economía del gigante asiático experimentó un crecimiento del 5,2 % a lo largo de 2023, una cifra superior al objetivo fijado por las autoridades, de «en torno a un 5 %».
Las cifras oficiales del PIB se conocerán mañana miércoles por la mañana, con los pronósticos más extendidos entre los analistas apuntando asimismo a una subida del 1 % intertrimestral y del 5,3 % interanual en el último cuarto del ejercicio.
Acerca del estado y las perspectivas de la economía china, Li aseguró que, «después de décadas de desarrollo, ha sentado cimientos sólidos y sanos» y que, «como una persona sana tiene un sistema inmune fuerte y sólido».
«La economía china puede conocer altibajos en sus resultados», reconoció Li, quien, no obstante, aseguró que esta «seguirá progresando e impulsando la economía mundial», de la cual es «un motor importante de desarrollo», con una contribución que «sigue alrededor del 30 %».

No obstante, Li reconoció que el país está inmerso en una «transición hacia un crecimiento lento y ecológico», destacando a este último respecto que una tercera parte de las instalaciones fotovoltaicas a nivel mundial está en China, país que aglutina a más de 20 millones de dueños de vehículos «de energía limpia».
«Un mercado enorme»
China «tiene un mercado enorme con demanda que sigue creciendo rápido» y «puede contribuir a asignar mejor los factores de producción para incrementar la productividad mundial», subrayó el primer ministro.
Actualmente, apuntó el político, existen unos 400 millones de personas de clase media en el país, un número que «se espera que se duplique a 800 millones en la siguiente década».
«Para una gran gama de productos y servicios, la demanda de los consumidores pasará de la cantidad a la calidad; esto generará grandes motores de consumo», incidió Li, quien reiteró que el mercado chino, «con su amplio espacio y su profundidad creciente, tendrá un papel cada vez mayor para hacer frente a la demanda mundial».
El emisario del país asiático también habló de la demanda que creará la necesidad de urbanización y la vivienda, así como en otros campos como la educación o los servicios a los mayores.
Li reiteró el «compromiso firme» de su país con la apertura: «Seguiremos creando condiciones favorables para que el mundo comparta oportunidades con China (…) y desarrollarnos juntos con todo el mundo».
«Si escogen el mercado chino, será una oportunidad, no un riesgo», exhortó Li a los asistentes antes de añadir: «Acogemos con brazos abiertos a inversores de cualquier país».