Fotografía aérea del puerto de Petrobras responsable del envío y recepción de suministros y relaves del distrito petrolero de Urucú, en el municipio de Coari, estado de Amazonas (Brasil). EFE/Isaac Fontana

En las profundidades de Urucú, el enorme campo petrolero en la selva amazónica de Brasil

Por Carlos A. Moreno |

Urucú (Brasil) (EFE).- Urucú, el enorme campo de petróleo incrustado en una de las regiones más preservadas de la Amazonía de Brasil y que abastece con gas de cocina a la mitad del territorio brasileño, es uno de los orgullos de Petrobras. Empresa que asegura que es posible la explotación de hidrocarburos en la mayor selva tropical del mundo de forma sostenible.

El Polo de Urucú, en el que Petrobras produce gas y petróleo hace 35 años y que espera seguir explotando al menos hasta 2042, es un conjunto de diminutas islas de acero y cemento en un área de 332 kilómetros cuadrados de selva. Allí, Petrobras tiene siete concesiones y solo un 2 % de la zona se deforestó.

al campo de petróleo solo por barco o avión

Petrobras invitó a un grupo de periodistas para exhibir el campo del que dice enorgullecerse, ubicado en una de las regiones más aisladas de la Amazonía y al que solo es posible acceder por avión o barco. Esto en momentos en que su intención de explotar un área marina frente a la desembocadura del Amazonas genera una intensa polémica.

Pese a tratarse del tercer mayor campo productor de gas de Brasil, la región de Urucú permanece relativamente preservada. Lo que, según Petrobras, deja sin sentido el veto a la explotación petrolera debatido en agosto pasado en una reunión de presidentes de los países amazónicos.

«Escuchamos la propuesta del presidente de Colombia (Gustavo Petro), pero aquí mostramos que es posible producir petróleo en el corazón de la Amazonía con absoluto respeto al medioambiente», afirmó a EFE el gerente de Petrobras para la producción en campos terrestres y aguas rasas, Francisco Queiroz.

El gerente de producción de Petrobras para campos onshore y aguas someras, Francisco Queiroz, habla con EFE en el distrito petrolero de Urucú. EFE/Isaac Fontana

De acuerdo con el ejecutivo, Petrobras está produciendo hidrocarburos y generando riqueza y empleo en una de las regiones más pobres de Brasil sin destruir o amenazar la Amazonía.

«Estamos dispuestos a conversar y a mostrarle a los órganos ambientales y a las instituciones nacionales o extranjeras que es posible producir con total respeto al medioambiente», afirmó.

Pese a las difíciles condiciones, Petrobras produce en Urucú 15 millones de metros cúbicos de gas natural por día. Se transportan por un gasoducto de 663 kilómetros que atraviesa la selva. Son responsables por el 65 % de la energía eléctrica que consumen dos millones de habitantes de Manaos.

Ochenta mil cilindros de gas de cocina diarios

También produce 80.000 cilindros de gas de cocina, que abastecen todo el norte y parte del noreste de Brasil y 10.000 barriles diarios de un petróleo ligero. La calidad de estos es (58 API) es similar al extraído por los países árabes.

Queiroz explicó que Petrobras garantizó la preservación en Urucú. Siguiendo las recomendaciones de un grupo de científicos que visitó la región antes de que la empresa perforara su primer pozo.

Un empleado de Petrobras toma una muestra de petróleo en un pozo descubierto en el distrito petrolero de Urucú, estado de Amazonas (Brasil). EFE/Isaac Fontana

«Ellos hicieron un plan sobre cómo se podía extraer petróleo en el corazón de la selva con los mínimos daños posibles y lo hemos cumplido en su totalidad», afirmó.

Los científicos elaboraron un decálogo que, entre otras normas, obliga a Petrobras a minimizar la construcción de carreteras y a desincentivar el surgimiento de núcleos urbanos. Asimismo, a contratar mano de obra en las ciudades vecinas, a elaborar un inventario de la flora existente antes de cualquier actividad y a recomponer las áreas deforestadas.

Transporte por avión al campo petrolero

Como las únicas carreteras existentes son las que conducen a los 80 pozos activos, los cerca de 3.200 empleados, divididos en dos grupos que hacen turnos de 14 días de trabajo y 14 de descanso, se transportan desde Manaos o desde Carauari en aviones con vuelos diarios.

Los equipos, materiales y hasta los alimentos se envian desde Manaos en barcazas. Estas demoran entre siete y diez días en llegar dependiendo de las condiciones de navegabilidad del estrecho y sinuoso río Urucú.

Fotografía aérea del distrito petrolero de Urucú en el municipio de Coari, estado de Amazonas (Brasil). EFE/Isaac Fontana

Gracias a la preservación no es raro ver animales salvajes, incluyendo jaguares y yacarés, merodeando las instalaciones.

Para replantar las áreas desactivadas Petrobras cuenta con viveros en los que reproduce 90 especies nativas, incluyendo orquídeas y bromelias. Eso le ha permitido sembrar 1,4 millones de plantas en 35 años.

Todos los residuos del polo, incluso los líquidos y que llegan a 150 toneladas por mes, se envían a Manaos en barco.