París (EFE).- La circulación de los trenes de alta velocidad (TGV) en Francia, que se ha visto perturbada por una serie de sabotajes coordinados en la madrugada del viernes, se ha restablecido notablemente este sábado, pero la vuelta a la normalidad total no está prevista hasta el lunes.
Este es el mensaje transmitido por la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), que en un comunicado ha insistido en que garantizará el transporte para todos los equipos que participan en los Juegos Olímpicos de París, así como para el personal acreditado.
El corredor Este, que cubre las líneas desde París en dirección de Luxemburgo y Estrasburgo, funciona normalmente desde las 6.30 de la mañana (4.30 GNT).
No ocurre lo mismo con los otros dos, los del Atlántico y del Norte, que también se vieron afectados por los ataques, que consistieron en incendios de equipamientos de señalización de las líneas TGV en tres puntos estratégicos.
En el del Norte, que es el que conduce de París en dirección de Lille, Londres, Bruselas, Países Bajos y el norte de Alemania, funcionan un 70 % de los trenes habituales, pero con retrasos de entre una y dos horas, ya que se tienen que desviar por la línea convencional.
Este sábado, sólo circularon allí un tercio de los habitualmente programados.
Cerca de 250.000 viajeros afectados

Pasajeros en los andenes en una estación de París este viernes, 26 de julio. EFE/EPA/Ritchie B. Tongo
Igualmente están en servicio un 70 % de los TGV de las líneas del Atlántico, las que van de París a Bretaña y a otros destinos del suroeste de Francia, como Burdeos, Toulouse o la frontera española del País Vasco.
Ese eje fue el viernes el que se vio más afectado, ya que no se pudo poner en servicio hasta la tarde, y sólo muy parcialmente.
Una portavoz de la SNCF señaló a EFE que se espera «una vuelta a la normalidad el lunes».
La compañía había estimado que ayer ya se habían visto afectadas 250.000 personas.
Hermetismo sobre la investigación
El cuarto gran corredor de los TGV ses, el del Sureste que va de París en dirección de Lyon, Marsella o Barcelona, no se ha visto perturbado por los sabotajes, aunque allí también se detectó una tentativa.
De hecho, unos trabajadores de la SNCF sorprendieron a un grupo de individuos que huyeron en una camioneta cuando trataban de incendiar otra infraestructura de señalización.
Las autoridades no han dado detalles sobre el estado de las investigaciones, que las centraliza la Fiscalía de París y están coordinadas por la Subdirección Antiterrorista de la Policía (SDAT).
Los del Gobierno interrogados tampoco han querido especular sobre la pista que más circula entre los medios, la de la posible autoría de un grupo de ultraizquierda.
El ministro de Transportes, Patrice Vergriete y el presidente de la SNCF, Jean-Pierre Farandou, deben comparecer a media mañana para dar más detalles sobre cómo están trabajando para restablecer completamente el servicio.

Francia investiga un comunicado que reivindica el sabotaje
Los investigadores del sabotaje concertado el viernes a tres corredores de las líneas de tren de alta velocidad (TGV) que ha afectado a cientos de miles de viajeros en Francia están verificando un comunicado de reivindicación recibido este sábado.
La Fiscalía de París ha confirmado que se está trabajando en el análisis de ese comunicado, que ha llegado este sábado a varios medios de la prensa escrita sa y a otros extranjeros firmados por «una delegación inesperada».
En el mensaje, su autor o autores establecen un vínculo claro entre los ataques a la red ferroviaria sa en la madrugada del viernes y los Juegos Olímpicos de París, cuya ceremonia de inauguración se celebró horas después.
De acuerdo con los elementos filtrados por los medios, afirman que los Juegos constituyen un instrumento de explotación de la población y es la ocasión para poner en marcha dispositivos de vigilancia masiva.
Ese tipo de argumentos, típicos de la ultraizquierda, podría decantar la investigación en una línea a la que se había apuntado desde el principio, máxime cuando el servidor utilizado por el emisor está relacionado con esos movimientos ideológicos.
Los servicios secretos, no obstante, insisten en la prudencia antes de llegar a cualquier conclusión sobre la autoría, entre otras cosas, porque los elementos de ese mensaje no demuestran que los que lo han escrito sean quienes cometieron el sabotaje.