París (EFE).- Los sindicatos ses se han presentado este jueves mayormente por separado en las tradicionales manifestaciones del Primero de Mayo mientras los partidos de izquierda, en la oposición, aunque tampoco han ido todos de la mano han coincidido en pedir la intervención del Estado en la siderurgia.
Sophie Binet, secretaria general de la Confederación General de Trabajadores (CGT, segunda central del país), ha quitado importancia a esa desunión en declaraciones a la prensa, insistiendo en que en los últimos 25 años en realidad sólo han ido juntos en tres ocasiones para el Primero de Mayo, y ha remarcado que han contabilizado 269 manifestaciones por todo el país.
Binet, que ha invitado para que la acompañen en cabeza del cortejo de la marcha en París a la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Esther Lynch, pero también a sindicalistas argentinos, estadounidenses, belgas, ucranianos y palestinos, ha subrayado la dimensión internacional de uno de sus principales mensajes.
«Estamos movilizados por la paz y la justicia social. Estamos también movilizados para decir que queremos poner a los trabajadores en el centro del debate» porque desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca «se nos habla de guerra, de deuda, de inmigración y las cuestiones sociales están totalmente ocultadas».
La líder de la CGT ha asegurado que «las primeras preocupaciones de las sas y de los ses siguen siendo las cuestiones sociales», y ha pedido aumentos de los salarios «porque no han recuperado el nivel de 2020», antes de la crisis de la covid, y también la derogación de la reforma de las pensiones.
Reforma de las pensiones, eje del conflicto en Francia
La reforma de las pensiones, de la que se está discutiendo en un «cónclave» lanzado por el Gobierno para que sindicatos y patronal consensúen posibles ajustes, es precisamente ahora el principal punto de discordia entre la CGT, que ha abandonado esa concertación, y el primer sindicato francés, la Confederación sa Democrática de Trabajadores (CFDT).
Aunque la CFDT también se opuso con el resto de las centrales a esa reforma que está retrasando la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, ha aceptado formar parte de las discusiones.

El líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, que ha acudido a la principal manifestación en París, que discurre esta tarde entre la plaza de Italia y la de la Nación, en un discurso antes del desfile ha pedido la caída del actual Gobierno de centro-derecha del primer ministro, François Bayrou.
Mélenchon, rodeado de algunos de sus principales lugartenientes, ha reclamado también «la nacionalización» del grupo siderúrgico europeo ArcelorMittal, que esta semana ha anunciado la supresión de 636 empleos en Francia, la inmensa mayoría en sus altos hornos de Dunkerque.
Esa cuestión ha reunido precisamente en Dunkerque a buena parte de los líderes de los partidos de izquierda, entre ellos el socialista, Olivier Faure y la ecologista, Marine Tondelier, que han participado en la manifestación sindical de este puerto junto a la frontera belga para reclamar «una intervención inmediata del Estado» con su entrada en el capital de ArcelorMittal.
Incidentes tras manifestaciones en Nantes y París
Esta mañana se han celebrado varias decenas de los 269 desfiles sindicales organizados en toda Francia -según Binet-, como los de Marsella, Burdeos, Lyon o Nantes, donde se han producido diversos incidentes.
Allí la Prefectura (delegación del Gobierno) ha explicado en su cuenta de X que algunos manifestantes han causado daños en su sede en el centro de Nantes y que han lanzado proyectiles y morteros pirotécnicos contra las fuerzas del orden.
«La policía ha respondido utilizando cañones de agua y gases lacrimógenos», ha precisado la Prefectura.
Incidentes y detenidos al margen de las manifestaciones en Francia
Algunos incidentes, de poca gravedad, se produjeron este jueves en las manifestaciones sindicales del Primero de Mayo que se desarrollaron en Francia, en las que hubo varias decenas de detenciones, sobre todo en París.
Según las fuerzas del orden, hubo 157.000 manifestantes en toda Francia, 32.000 de ellos en París, donde se había desplegado un dispositivo con más de 2.000 agentes para evitar los altercados que temían las autoridades por parte no de los organizadores, sino de grupos extremistas.
270 marchas contabilizadas en Francia
La Confederación General del Trabajo (CGT) estimó, por su parte, en un comunicado que en los 270 desfiles contabilizados por todo el país hubo «cerca de 300.000 personas», y su secretaria general, Sophie Binet, habló de «un gran éxito» de la convocatoria.
Según la CGT, hubo más de 100.000 manifestantes en París; 15.000 en Marsella; 10.000 en Toulouse y Lyon; 5.000 en Brest; 4.000 en Montpellier y Caen; 3.650 en Narbona; 2.000 en Dunkerque y Nimes; 1.700 en Limoges o 1.200 en Aviñón.
En 2024, para el Primero de Mayo la policía cifró la participación en 121.000 personas en toda Francia y la CGT en más de 200.000.
Las cifras de este año quedan, en cualquier caso, muy lejos por detrás de las de 2023, cuando las protestas contra la reforma de las pensiones sacaron a la calle a cerca de 800.000 manifestantes, 2,3 millones, según la CGT.