Santander (EFE).- La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha inaugurado este jueves sus cursos de verano con un acto en el que su rector, Carlos Andradas, ha reivindicado la singularidad de la institución que dirige y ha pedido un compromiso «firme, político pero también académico» que le permita desarrollarse en plenitud.
«Necesitamos poder volar, desplegar las alas y romper los corsés que lo impiden», ha dicho Andradas, quien ha defendido que la UIMP es una «institución única» en el ámbito universitario, con una historia y un prestigio que se ha ido labrando durante ya más de 90 años, una «isla de libertad», como la definió el poeta José Hierro. Y por eso, ha añadido, es tan importante redefinir un marco jurídico que haga posible su desarrollo pleno.
Según el rector, aunque la emoción que acompaña al inicio de los cursos de verano es la alegría, la UIMP es como una planta cuyas raíces «hay que proteger del duro invierno».
Como ha recordado, en este 2024 se ha aprobado el plan estratégico que anunció en la apertura de los cursos del año pasado y que se proyecta hasta 2026 con «tres retos para tres problemas acuciantes»: un nuevo estatuto, más recursos humanos y más recursos económicos, un objetivo este último que en este ejercicio no se ha podido cumplir por la prórroga de los presupuestos del Estado, pero le consta que «hay voluntad y compromiso», ha apuntado.
La revolución cuántica
El rector ha cerrado con su discurso una ceremonia de apertura que ha estado protagonizada también por el director del Instituto Max Planck de óptica cuántica en Garching (Alemania), Juan Ignacio Cirac, quien ha repasado, en su lección inaugural, los avances en tecnología cuántica, que vive «un momento extraordinario», ha dicho.
La gran industria, las startup y los gobiernos están apostando por una tecnología, ha explicado, más potente, y que puede ofrecer más seguridad y precisión, pero considera que existe una «burbuja muy grande» en torno a ella. «Se muestra como si fuera a resolver todos los problemas de la humanidad pero hay que tener los pies en el suelo», ha añadido.
Según Cirac, el software cuántico está en un momento similar al de los ordenadores de hace 80 años, cuando se utilizaban para desencriptar mensajes y para hacer cálculos científicos. Y en hardware, ya incluso hay prototipos a la venta, aunque pueden costar hasta 70 millones de euros.
Pero la entrada de la industria ha acelerado un proceso que podría llevar a que un periodo de 5 a 15 años se pueda contar ya con ordenadores cuánticos más potentes. Y espera que esta tecnología llegue a tener muchas aplicaciones. «Probablemente estemos ante la segunda revolución cuántica», ha vaticinado el científico español.

Transformación social
En representación del Gobierno de España ha intervenido el secretario de Estado de Ciencias, Innovación y Universidades, Juan Cruz, quien ha expresado el compromiso de su departamento de seguir apoyando a la UIMP.
Cruz ha subrayado el papel de la universidad en la transformación de la sociedad y la apuesta del Gobierno de España, de la mano de las comunidades, por incorporar talento a los claustros y corregir la precariedad, con el acuerdo para cofinanciar más de 5.600 plazas de profesores alcanzado este miércoles.
A su juicio, la universidad es la mejor herramienta para transformar un país y conseguir que, además de aumentar su competitividad, tenga «un mayor bienestar social».
Más que un centro universitario
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha expresado su apoyo a la aspiración de la UIMP de avanzar hacia «una verdadera autonomía universitaria» y ha pedido más recursos del Estado para una institución, que es «mucho más que un centro universitario».
«Esta universidad es importante para España y el Gobierno de España tiene que apostar por ella con voluntad, como lo está haciendo, pero con más recursos», ha afirmado.
También la alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha pedido «una apuesta firme» del Gobierno de España por la UIMP.