Madrid (EFE).- Aina Calvo, hasta ahora secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, será la número dos del Ministerio del Interior en sustitución de Rafael Pérez.
Según ha adelantado el Diario de Mallorca y han confirmado a EFE fuentes de Interior, Calvo será la nueva secretaria de Estado de Seguridad tras la dimisión por motivos personales de Rafael Pérez, que el pasado martes dejó el cargo que ocupaba desde enero de 2020.
Cargos anteriores de Calvo
Calvo, que era la secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres en el Ministerio que dirige Ana Redondo, ha sido también delegada del Gobierno en Baleares y alcaldesa socialista de Palma de Mallorca entre 2007 y 2011.
Ha sido también delegada del Gobierno en Baleares y alcaldesa socialista de Palma de Mallorca entre 2007 y 2011. También ha ocupado el cargo de directora de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, institución de la que fue subdirectora en una etapa anterior.
En sustitución de Rafael Pérez
Ahora será la número dos del Ministerio del Interior, con el cargo de secretaria de Estado de Seguridad, en sustitución de Rafael Pérez, que este pasado martes comunicó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, su deseo de dejar el cargo por motivos personales, algo que se producirá en el Consejo de Ministros del martes 3 de junio.
Rafael Pérez formaba parte del equipo de Marlaska desde su llegada a Interior, en julio de 2018, cuando asumió las funciones de jefe de Gabinete. Posteriormente, el 17 de enero de 2020, el ministro le nombró secretario de Estado de Seguridad, responsabilidad que ha ocupado hasta la actualidad.
El ministro ha destacado la «dedicación», «lealtad» y el trabajo «extraordinario» de Pérez.
«Me hubiera encantado que siguiera pero a veces en la vida, aunque sea duro, hay que dejar que las personas decidan», señaló este miércoles en el Congreso, donde negó que la dimisión de su número dos estuviera ligada a la rescisión del contrato de munición con una empresa israelí que el secretario había firmado ni tampoco a la supuesta trama para desprestigiar a la UCO presuntamente urdida por personas vinculadas al PSOE.