El líder norcoreano Kim Jong Un inspecciona bases de misiles estratégicos, en un lugar no revelado en Corea del Norte, el 23 de octubre de 2024. EFE/EPA/KCNA

La UE condena el lanzamiento de un misil balístico intercontinental por Corea del Norte

Por : Catalina Guerrero y EFE-Seúl

Bruselas / Seúl (EuroEFE).- La Unión Europea (UE) condenó «enérgicamente» el lanzamiento este jueves de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte que, junto con su despliegue de tropas y suministro de armas a Rusia en apoyo a la guerra en Ucrania, «ponen en peligro la paz y la seguridad regional e internacional».

«Estas acciones desestabilizadoras e ilegales ponen en peligro la paz y la seguridad regional y internacional, así como el régimen mundial de no proliferación» de armas nucleares, dijo el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Este lanzamiento «ilegal» de un misil balístico intercontinental demuestra que Corea del Norte «sigue intentando desarrollar medios para lanzar armas de destrucción masiva», afirmó Borrell en un comunicado.

El misil lanzado este jueves recorrió una distancia de unos mil kilómetros desde su punto de lanzamiento en el interior de Corea del Norte hasta caer en aguas al norte de Japón, alcanzando una altura máxima de 7.000 kilómetros, según los datos recogidos por Tokio y Seúl.

«Es una flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como lo es el despliegue de tropas y el suministro de armas a Rusia en apoyo de su guerra de agresión contra Ucrania, en violación de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios fundamentales del derecho internacional», recalcó Borrell.

Corea del Norte debe abandonar las armas nucleares

Añadió que Corea del Norte debe cumplir «inmediatamente» con sus obligaciones y abandonar «todas sus armas nucleares, otras armas de destrucción masiva, programas de misiles balísticos y programas nucleares existentes, de manera completa, verificable e irreversible, y cesar todas las actividades relacionadas».

Pionyang «no puede tener, ni tendrá nunca, la condición de Estado poseedor de armas nucleares», mantuvo Borrell.

El jefe de la diplomaria europea consideró «fundamental» que la comunidad internacional garantice la plena aplicación de las sanciones contra Pionyang e inste a ese país asiático a que «cese sus acciones ilegales, se abstenga de seguir aumentando las tensiones militares y regrese a la diplomacia».

La «determinación de contraataque» de Pionyang

Por su parte, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, afirmó que el nuevo test con un misil balístico intercontinental (ICBM) demuestra la «determinación de contraataque» de Pionyang, a través de un comunicado de la agencia estatal KCNA.

El lanzamiento es «una medida militar apropiada dirigida al objetivo de informar a los enemigos, que han causado una escalada intencional de la situación regional y representado recientemente una amenaza a la seguridad nacional», dijo Kim en una declaración publicada horas después del test.

El dictador norcoreano también afirmó que el régimen «nunca cambiará su estrategia de desarrollar sus capacidades nucleares».

Corea del Sur señaló que el lanzamiento supone una «clara violación» de las resoluciones del Consejo de Seguridad Naciones Unidas, y anunció que propondrá ampliar las sanciones internacionales sobre Pionyang para controlar su importación de componentes que puedan ser empleados en misiles de combustible sólido.

El anterior lanzamiento de un ICBM por parte del Norte tuvo lugar el 18 de diciembre del año pasado, cuando probó uno del modelo Hwasong-18 con combustible sólido.

Seúl en o con EE.UU. y Kiev sobre la situación en Ucrania

El nuevo test tuvo lugar escasas horas después de la reunión celebrada en Washington entre los titulares de Defensa estadounidense y surcoreano, Lloyd Austin y Kim Yong-hyun.

En ese encuentro, ambos condenaron el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, que según dijo Austin, se habrían acercado ya al frente de Ucrania y van equipadas con uniforme y material ruso.

Los servicios de inteligencia surcoreanos vienen haciendo un seguimiento estrecho de la presencia y movimiento de las tropas del Norte en Ucrania, y Seúl ha enviado una delegación a Bruselas para informar a la Unión Europea y a la OTAN de estos asuntos, además de contemplar el despliegue de un equipo surcoreano en Ucrania para monitorizar los desarrollos sobre el terreno.

El secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin (i); y el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong Hyun (d), durante una rueda de prensa en el Pentágono este miércoles. EFE/EPA/SHAWN THEW

La inteligencia surcoreana advirtió precisamente en la víspera de que Pionyang había completado los preparativos para realizar un nuevo test nuclear y un lanzamiento de misil balístico intercontinental, y vaticinó que alguna de esas pruebas armamentísticas podrían llegar de forma inminente, cerca de las fechas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos del próximo 5 de noviembre.

El portavoz del Estado Mayor Conjunto surcoreano, Lee Sung-jun, afirmó este jueves que el momento elegido para el nuevo lanzamiento de un ICBM por parte de Pionyang apunta a su deseo de exhibir sus capacidades nucleares ante Estados Unidos, y enviar así un mensaje a quien se convierta en nuevo ocupante del Despacho Oval.

Algunos expertos señalan que, además de un gesto dirigido a Washington, el nuevo test del Norte podría ser un alarde de su músculo militar reforzado por su alianza más estrecha con Moscú o un intento de desviar la atención del envío de tropas a Rusia.

Visita de Borrell a Corea del Sur y Japón

La UE coordina sus esfuerzos con socios internacionales, como Corea del Sur y Japón, para promover «cualquier proceso diplomático significativo encaminado a construir una paz y una seguridad sostenibles mediante la desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península de Corea», concluyó Borrell.

El jefe de la diplomacia europea visitará Corea del Sur y Japón del 1 al 4 de noviembre, lo que el mismo definió como «un hito clave» en los «esfuerzos de los últimos cinco años por fortalecer el compromiso activo de la UE en el Indopacífico».

Editado por Sandra Municio