Estrasburgo (Francia) (EuroEFE).- La Eurocámara exhibió este jueves su división sobre el acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, un pacto que, pese a contar con el respaldo de los dos grupos mayoritarios, despierta preocupaciones en amplios sectores del hemiciclo y enfrenta un complicado camino para su ratificación parlamentaria.
Los eurodiputados escucharon al comisario de Comercio, Maros Sefcovic, que incidió en la importancia geopolítica del pacto y en las oportunidades que ofrecerá a muchas empresas europeas, además de mencionar las salvaguardas incluidas y la intención de Bruselas de crear un fondo de compensación para proteger a los productores.
El cierre de la negociación del acuerdo el pasado mes de diciembre abre ahora el proceso de ratificación, ya que el pacto tiene que obtener el visto bueno del Consejo de la UE, el Parlamento Europeo y posiblemente también de los parlamentos nacionales de los países de la UE.
Populares y socialistas, a favor del acuerdo con el Mercosur
Desde el PP, Gabriel Mato dijo que con el acuerdo la UE se juega «la capacidad de seguir siendo un actor relevante» en el comercio global y subrayó los «claros beneficios» que implicará para las empresas europeas, que tendrán « a mercados estratégicos».
❌Bloquear el Acuerdo de Mercosur no va a resolver los problemas de los agricultores europeos.
— Gabriel Mato Adrover (@GabrielMatoA) February 13, 2025
No mandemos un mensaje equivocado, ni utilicemos Mercosur como una cortina de humo para ocultar que el verdadero problema es la política agraria de la UE.
🌍 Mercosur ofrece… pic.twitter.com/I9ABoYfHJs
Mato, que además es el ponente permanente de la Eurocámara para este acuerdo, itió que comparte «la preocupación del sector agrícola», aunque precisó que el problema no es Mercosur, sino una política agraria europea «que no tiene en cuenta la realidad del campo» ni dispone de «las herramientas necesarias para competir».
Desde el grupo socialdemócrata, muchas voces incidieron en la importancia del acuerdo en el contexto actual y a los lazos de Europa con América Latina; Leire Pajín (PSOE) pidió hablar de «lo que realmente contiene» el acuerdo con el Mercosur, como medidas para proteger el medioambiente, así como los derechos laborales o los de los pueblos indígenas.
🇪🇺 El acuerdo con Mercosur es muy relevante en términos comerciales pero también geopolíticos.
— Socialistas Europarl (@Socialistas_PE) February 13, 2025
Incluye compromisos para proteger la naturaleza y los derechos sociales.
Recoge herramientas que utilizaremos para defender los intereses de los agricultores aquí y allí.
🗣️@lpajin pic.twitter.com/DftEsjpAIy
Otros socialdemócratas recalcaron que será clave la labor de escrutinio del Parlamento Europeo: el alemán Bernd Lange, de los perfiles más veteranos del grupo en materia comercial, dijo que «aún hay tiempo de cambiar cosas» y que la Eurocámara ya ha logrado enmendar otros pactos previos.
Populares y socialdemócratas fueron los dos grupos que más sólidamente defendieron el acuerdo, mientras que los ultraconservadores (ECR) y liberales están más divididos.
Divisiones entre de ECR y Renovar Europa
Las dos delegaciones más grandes de ECR, los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y los polacos de Ley y Justicia, chocan en este sentido: el italiano Carlo Fidanza defendió que tras el acuerdo hay «motivos geopolíticos y oportunidades de crecimiento» mientras que el polaco Patryk Jaki criticó que se esté «intentando destruir la agricultura europea porque quieren vender más coches».
También en Renovar Europa (liberales) quedó patente la división entre las delegaciones sa, belga o irlandesa, que se oponen frontalmente, y otras como la alemana, cuya eurodiputada Svenja Hahn subrayó que la bajada de aranceles impulsará a las empresas y permitirá a Europa acceder a nuevas materias primas que apoyarán sus objetivos climáticos.
Oihane Agirregoitia, del PNV, consideró que los temas que preocupan, como el uso de hormonas, los productos fitosanitarios o el cumplimiento del Acuerdo de París, «tienen que estar encima de la mesa» y opinó que hace falta «claridad» sobre los productos protegidos, las medidas compensatorias y salvaguardias.
Cuatro grupos en contra
Los Patriotas por Europa (ultraderecha) son el grupo más grande que rechaza el acuerdo; Mireia Borrás, de Vox, aseguró que la UE se va a ver «inundada» por carne hormonada, soja transgénica y otros productos no sometidos a los estándares europeos.
🆘🚜 Quieren destruir deliberadamente la agricultura y la ganadería.
— VOX Europa (@VOX_Europa_) February 13, 2025
❌ NO al acuerdo de Mercosur que permite importaciones sin cumplir nuestras normativas.
🗣️ @_mireiaborras «Es una sentencia de muerte para el campo». pic.twitter.com/w2TBvcImgF
Muchos de los eurodiputados que se pronunciaron en contra, tanto a la izquierda como a la derecha del arco parlamentario, mencionaron la propuesta de la Comisión Europea de establecer un fondo de reserva de unos 1.000 millones de euros para los agricultores europeos que se vean afectados por el acuerdo con Mercosur, un fondo de reserva que se incluiría en el presupuesto 2028-2034.
«Prometiendo un fondo de compensación para los agricultores se reconoce que este acuerdo traerá problemas para los agricultores», criticó el eurodiputado de la Agrupación Nacional sa Jean-Paul Garraud.
Desde el segundo grupo de ultraderecha en la Eurocámara, la Europa de Naciones Soberanas, el búlgaro Stanislav Stoyanov dijo que «no está claro» de dónde saldrá ese dinero y «si llegará a tiempo».
El acuerdo tampoco convence a la Izquierda o a los Verdes/Alianza Libre Europea, desde cuyas filas Ana Miranda (BNG) advirtió que no se ha tenido en cuenta a los productores de carne y lácteos, en particular a los gallegos, para los que auguró un impacto negativo.
«No podemos romper nuestros propios principios porque Trump haya vuelto a Estados Unidos. La geopolítica nos debe preocupar (…), pero no a costa de perder nuestra soberanía», subrayó por su parte Diana Riba (ERC).
Desde Compromís, Vicent Marzà señaló que el Mercosur ha conseguido la «unanimidad» contra el acuerdo de los sectores agrícolas y sindicatos de ambos bloques y consideró que ese acuerdo solo beneficia «a las grandes multinacionales».