Bruselas (EFE).- El Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo alcanzaron este miércoles un acuerdo político para reducir el desperdicio de alimentos y los residuos textiles en la Unión Europea, donde se generan anualmente 60 millones de toneladas de desechos alimentarios y 12,6 millones de toneladas de textiles.
Los dos colegisladores europeos acordaron introducir objetivos vinculantes de reducción del desperdicio de alimentos que deberán cumplirse a nivel nacional antes del 31 de diciembre de 2030.
Reducción de un 10 % en el procesamiento de alimentos
El acuerdo, que debe ser ratificado formalmente por el Consejo y el Parlamento, contempla una reducción de un 10 % en el procesamiento y la fabricación de alimentos y un 30 % per cápita en el comercio minorista, los restaurantes, los servicios de alimentación y los hogares, informaron el Consejo y el Parlamento en sendos comunicados.
Estos objetivos, que son los primeros que se establecen a nivel de la UE, se calcularían en comparación con la cantidad generada como media anual entre 2021 y 2023.

El acuerdo también prevé la donación voluntaria de alimentos no vendidos que sean seguros para el consumo humano como un aspecto importante para reducir el desperdicio de alimentos.
Tarifa para ayudar a financiar el tratamiento de residuos
El acuerdo provisional establece además normas armonizadas sobre la responsabilidad ampliada del productor de los productores textiles y las marcas de moda, que serán responsables de sus residuos y deberán pagar una tarifa para ayudar a financiar la recogida y el tratamiento de residuos, que dependerá de lo circular y sostenible que sea el diseño de su producto.
Estas tarifas se aplicarían 30 meses después de la entrada en vigor de la directiva. Por su parte, las microempresas tendrían que cumplir con los requisitos 12 meses después.
Los Estados podrán adaptar asimismo las tasas que paguen los productores en función del tiempo de uso de los productos textiles y de su durabilidad, con el objetivo de combatir la generación excesiva de residuos en el sector textil y de la moda ultrarrápida y rápida, y evitar así que los productos textiles se desechen antes de que alcancen su vida útil potencial.
Estas disposiciones se aplicarían a todos los productores, incluidos los que utilizan herramientas de comercio electrónico e independientemente de si están establecidos en un país de la UE o fuera de ella.