Jesús Centeno |
Pekín / Bruselas (EuroEFE).- China recibe esta semana a varios altos cargos europeos y en abril visitará el país el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en un momento en que Pekín trata de reivindicarse como potencia fiable frente a un Donald Trump más impredecible que nunca.
El jefe de la diplomacia de Portugal, Paulo Rangel, aterrizó el lunes en el país asiático para quedarse hasta este viernes, mientras que este jueves llegan a China tanto el titular de Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, como el comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, que se quedará hasta el sábado.
Los ministros portugués y francés tenían previsto reunirse por separado con el canciller chino, Wang Yi, quien recientemente manifestó que en el escenario mundial actual hay «más razones que nunca» para que su país y la Unión Europea (UE) mantengan una buena relación y la fortalezcan.
«China sigue confiando en Europa (…). Las dos partes tienen la capacidad y la sabiduría para resolver adecuadamente los problemas a través de consultas», dijo Wang a principios de marzo, durante la última sesión del Legislativo chino.
Ucrania y comercio
En las últimas semanas, algunos analistas han mencionado la posibilidad de un acercamiento entre China y Europa a raíz de las desavenencias entre el bloque continental y EE. UU. tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, si bien persisten diferencias en asuntos como la guerra en Ucrania.
Cuando comenzó el conflicto, Bruselas pidió a Pekín que usase su influencia sobre Moscú para detener la guerra, mientras que China abogó por dejar de sancionar unilateralmente a Rusia. En los últimos tres años, Pekín apenas se ha movido de su posición ambigua, y ahora afirma que quiere seguir jugando «un papel constructivo» en esa crisis, incluso con tropas en una misión de paz.
Por otra parte, persisten las fricciones comerciales entre China y la UE: en este escenario entra la visita del Comisario de Comercio de la UE, el eslovaco Maroš Šefčovič, que aclarará hasta dónde llega este acercamiento.
Sobre la mesa estarán el exceso de capacidad chino y las subvenciones estatales que, según Bruselas, provocan la llegada de exportaciones baratas al bloque comunitario, distorsionan la competencia y ponen en peligro a las industrias locales.
Bajo este argumento, Bruselas impuso aranceles a los eléctricos chinos a finales del año pasado, a los que Pekín respondió con gravámenes provisionales al brandy tras amenazar con una investigación sobre las importaciones de lácteos y otra sobre la carne de porcino procedente de la UE.
Una subida de aranceles en el sector porcino afectaría significativamente a España, por lo que no es descartable que sea uno de los temas que Sánchez aborde durante su visita del próximo 11 de abril.
El viaje llega también después de que la china Chery y Ebro-EV Motors abrieran una fábrica en Barcelona, mientras circulan rumores de que otras marcas chinas como Leapmotor estudian también establecerse en España.
En busca de un acuerdo arancelario
En los márgenes del Foro anual de Desarrollo que celebró China en los últimos días, el consejero delegado de BMW en el país asiático, Sean Green, señaló en una entrevista con medios locales que su grupo está «en contra» de los aranceles, que también les afectan.
Asimismo, el presidente de la compañía, Oliver Zipse, se reunió en Pekín con el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, quien trasladó al alemán que es de esperar «una solución» que envíe «una señal positiva» en un momento en que el comercio global se ve «obstaculizado por el proteccionismo«.
Al margen, Bruselas espera también que Pekín cumpla sus promesas de una mayor apertura que permita equilibrar la balanza comercial, favorable al país asiático, que en los últimos meses ha redoblado esfuerzos para apuntalar su economía, recuperar la inversión extranjera e impulsar el consumo.
Por último, este año se cumplen cinco décadas de relaciones diplomáticas entre China y Europa, un hito que se celebrará en mayo en Bruselas con una cumbre a la que, según medios como el ‘Financial Times’, no asistirá el presidente chino, Xi Jinping.
Con todo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha rebajado el tono con el país asiático en los últimos meses, y en enero manifestó su voluntad de estrechar lazos con China tras el regreso de Trump, si bien pidió a Pekín que gestione «de manera más responsable sus desequilibrios económicos».
«Creo que debemos interactuar de manera constructiva con China para encontrar soluciones que beneficien a ambos», dijo entonces.
Agregó que el quincuagésimo aniversario del establecimiento de relaciones puede ser «una oportunidad para ampliar nuestros vínculos comerciales y de inversión«, pero siempre bajo un «espíritu de equidad y reciprocidad».
Bruselas busca una relación «más equilibrada»
El comisario europeo de Comercio viaja este jueves y viernes a China con el objetivo de fomentar una relación comercial «más equilibrada y cooperativa» entre el gigante asiático y la Unión Europea.
«El objetivo de la visita es fomentar una relación comercial más equilibrada y cooperativa entre la UE y China, priorizando la reciprocidad, la transparencia y el beneficio mutuo», señaló este miércoles el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
En su primera visita oficial a China bajo el nuevo mandato de la Comisión Europea, Sefcovic se este jueves con el vice primer ministro chino, He Lifeng, y el ministro de Aduanas, Sun Meijun, mientras que el viernes mantendrá un encuentro con el titular de Comercio, Wang Wentao.
Con ellos, el comisario europeo abordará «las preocupaciones sistémicas de la UE sobre el impacto negativo de las políticas y prácticas no comerciales de China, y planteará las barreras de al mercado que afectan a las exportaciones e inversiones de la UE en China», precisó la Comisión.
En particular, añadió Bruselas, uno de los objetivos del viaje será explorar maneras de alinear las inversiones chinas en la UE con las prioridades y objetivos políticos de la Unión.
En ese contexto, Sefcovic se reunirá con representantes empresariales europeos a través de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China.
Las relaciones comerciales entre la UE y China ascienden a 730.000 millones de euros anuales, según datos de la Comisión Europea.