Bruselas (EuroEFE).- La Comisión Europea abrió este miércoles la puerta a que los gobiernos redirijan una parte de su asignación de fondos regionales, si lo desean, a proyectos relacionados con la seguridad y la defensa y a políticas de vivienda, entre otros.
El Ejecutivo comunitario también plantea esta flexibilidad para redirigir dichos fondos a iniciativas relacionadas con la competitividad y la descarbonización de la economía, la gestión del agua y la transición energética.
Lo que plantea Bruselas son una serie de enmiendas a la legislación sobre los fondos regionales que deben ser ahora aprobadas por los Estados y la Eurocámara, y que forman parte de la revisión intermedia de la Política de Cohesión para el periodo presupuestario entre 2021-2027.
Para esos siete años estaba previsto el despliegue de 392.000 millones de euros a través de los programas como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo de Transición Justa (FTJ).
«Debemos actuar urgentemente para reforzar la competitividad, acelerar la transición energética, fortalecer la defensa, garantizar viviendas asequibles y mejorar la resiliencia hídrica«, resumió el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Cohesión y Reformas, Raffaele Fitto.
Duplicar las inversiones en vivienda con fondos regionales
Con respecto a la defensa y la seguridad, Bruselas quiere ampliar el abanico de inversiones que se pueden realizar utilizando fondos regionales de la UE y que se limita actualmente a tecnologías e infraestructuras de uso dual, capacidades de producción, formación de trabajadores o refuerzo de las cadenas de suministro.
Para abrir la puerta a nuevas inversiones, la Comisión propone añadir dos nuevos objetivos específicos a la legislación del Feder.
El primero de ellos permitirá financiar mejoras en la capacidad de producción de empresas del sector de la defensa, independientemente de su tamaño y localización, mientras que el segundo apoyará la construcción de infraestructuras de movilidad militar.
La propuesta del Ejecutivo comunitario ofrece una flexibilidad similar en el caso del alojamiento: duplicar las inversiones con fondos regionales de la UE destinadas a la promoción de viviendas «asequibles» y «sostenibles«.
En concreto, los Estados podrán movilizar financiación pública y privada a través de la futura plataforma europea de inversiones que lanzará el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en este ámbito, y que combinará estos fondos regionales de cohesión con los recursos de esta entidad pública, bancos nacionales de desarrollo y entidades financieras privadas.
Biotecnología, motor y agua
En tercer lugar, la propuesta incluye facilidades para aumentar las inversiones en tecnologías consideradas «estratégicas» por la UE (biotecnología, tecnologías digitales y tecnologías limpias). Para ello, sugiere ampliar el abanico de empresas que se pueden financiar, independientemente de su tamaño.
La Comisión Europea también aboga por aumentar el apoyo a la descarbonización industrial de procesos de producción para todas las empresas, entre ellas el sector automovilístico europeo, y facilitar la financiación de interconexiones energéticas, sistemas de distribución e infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos.
Las autoridades comunitarias remarcan que las infraestructuras y sistemas de gestión del agua son «críticas» para la seguridad alimentaria, energética y económica de la UE y por eso quieren impulsar las inversiones en este sector.
Con la nueva flexibilidad, los Estados podrán utilizar fondos Feder para financiar proyectos que garanticen el al agua, mejoren la resiliencia hídrica a través de una mayor eficiencia, impulsen la digitalización del sector o mitiguen el impacto de las sequías y la desertificación de territorios.
Ventajas financieras

El Ejecutivo comunitario acompaña todas estas medidas con una serie de mejoras en las condiciones de financiación para «incentivar» a los Estados a utilizar esta flexibilidad en esas cinco prioridades estratégicas, identificadas en la revisión intermedia de la Política de Cohesión.
En concreto, los fondos regionales que se redirijan a estos ámbitos podrán beneficiarse de un anticipo extraordinario del 30 % de la cantidad total y los países no tendrán la obligación de completar la dotación de dichos proyectos con recursos nacionales (tendrán una ratio de cofinanciación europea del 100 %).