Londres (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, itió este jueves que habrá un «impacto económico» tras el anuncio de Estados Unidos de imponer aranceles, pero que su Gobierno laborista actuará en los próximos días en el «interés nacional» del Reino Unido.
El jefe del Gobierno británico hizo unas declaraciones a líderes empresariales en su residencia oficial del número 10 de Downing Street, después de conocerse que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció aranceles recíprocos del 10 % al Reino Unido.
«Claramente habrá un impacto económico» por los aranceles de Donald Trump, pero que el Gobierno responderá con serenidad y «hoy actuaré en interés del Reino Unido», puntualizó.
En interés de «nuestra economía»
«Las decisiones que tomemos en los próximos días y semanas se guiarán únicamente por nuestro interés nacional, en interés de nuestra economía, en interés de las empresas presentes en esta mesa», subrayó a los empresarios reunidos en Downing Street.

Al mismo tiempo, Starmer dijo que hará esfuerzos para conseguir un acuerdo económico con EE.UU. y mitigar el impacto, al hablar ante representantes de empresas como la farmacéutica AstraZeneca, el grupo de defensa BAE o la firma de vehículos Jaguar Land Rover.
«Las negociaciones para un acuerdo de prosperidad económica, que fortalezca nuestra relación comercial existente, continúan y lucharemos por el mejor acuerdo para el Reino Unido», dijo Starmer.
«Hoy marca una nueva etapa en nuestra preparación. Disponemos de diversas herramientas y continuaremos trabajando con empresas de todo el país para analizar las opciones. Nuestra intención sigue siendo alcanzar un acuerdo, pero nada está descartado», agregó.
Consulta sobre los productos que incluiría en represalia
El Gobierno británico ha abierto una consulta con las partes afectadas sobre las posibles implicaciones que tendría la adopción de medidas de represalia contra los aranceles anunciados por Estados Unidos y cuáles son los productos que deberían ser incluidos en esas contramedidas.
Así lo comunicó hoy en la Cámara de los Comunes (baja) del Parlamento el ministro de Empresas y Comercio, Jonathan Reynolds, al señalar que «es posible» alcanzar un nuevo acuerdo económico con Estados Unidos, aunque el Reino Unido se reserva el derecho a adoptar las medidas «necesarias» si no se logra.
«Para permitir que el Reino Unido tenga todas las opciones abiertas en el futuro, hoy pongo en marcha una solicitud de información sobre las implicaciones para los negocios británicos de una posible acción de represalia» contra los aranceles del 10 % a los productos del país anunciados por el presidente Donald Trump, indicó.